Proyecto Artemis: la herramienta de un hospital de Barcelona para detectar un posible nuevo infarto

Proyecto Artemis: la herramienta de un hospital de Barcelona para detectar un posible nuevo infarto

Promete revolucionar la prevención y el manejo de enfermedades cardíacas en pacientes postinfarto en España.

Profesionales del Hospital de Bellvitge implicados en el proyecto ArtemisHOSPITAL DE BELLVITGE

El Hospital de Bellvitge de l'Hospitalet de Llobregat, en Barcelona, ha desarrollado la "primera" herramienta digital en España con capacidad para detectar en tiempo real el riesgo de sufrir un nuevo ataque al corazón. Este sistema, parte del Proyecto Artemisse presentará en el Congreso de la Sociedad Catalana de Cardiología el 30 de mayo.

Gracias a un panel de control digital, la herramienta proporciona una visión en tiempo real del estado de los pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio, identificando aquellos con mayor riesgo y anticipándose a posibles complicaciones con intervenciones preventivas más efectiva en los 12 meses posteriores al infarto.

La cardióloga del Hospital de Bellvitge Oona Meroño ha explicado que están comenzando a "monitorizar en tiempo real los resultados macro en salud" para detectar a pacientes fuera de rango de control de riesgo cardiovascular e intervenir de manera oportuna brindando educación específica e individualizada.

Meroño señala a La Vanguardia que, hasta ahora, las incidencias de salud de los pacientes entre las visitas de seguimiento solo se conocían si los propios pacientes contactaban con su equipo de cardiología. Con esta nueva herramienta, los médicos podrán evaluar en tiempo real muchos parámetros críticos que influyen en la evolución del paciente, permitiendo intervenciones oportunas y personalizadas, así como una educación específica que mejorará los resultados a largo plazo.

El Proyecto Artemis cuenta con la colaboración de la farmacéutica Novartis y representa un avance significativo en la prevención de nuevos eventos cardiovasculares durante los primeros doce meses tras un infarto, un período crítico según la evidencia científica.