Qué es el botulismo, la enfermedad que tiene en alerta a Europa: causas, síntomas y tratamiento

Qué es el botulismo, la enfermedad que tiene en alerta a Europa: causas, síntomas y tratamiento 

El brote surgido de unas operaciones estéticas en Turquía deja ya al menos 67 casos y varios países afectados. España, "en máxima vigilancia y alerta".

Representación de la bacteria clostridium botulinumCavallini James vía Getty Images

Una serie de operaciones estéticas sin las garantías adecuadas en Turquía ha disparado la última alerta sanitaria en Europa por un viejo conocido. Hasta ahora van 67 casos conocidos de botulismo, la mayoría en el país otomano pero varios ya fuera de sus fronteras.

Hasta el momento España escapa de este brote, pero Sanidad mantiene la "máxima alerta y vigilancia" tras la voz de alarma lanzada por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés)

El botulismo es una enfermedad poco frecuente pero grave causada por una toxina que ataca los nervios del organismo, cuyos síntomas pueden poner en riesgo la vida. Un tipo de bacteria llamada "Clostridium botulinum" produce la toxina.

De dónde viene esta infección

Sus orígenes son diversos. Entre los más habituales está la contaminación alimenticia, razón por la que suelen producirse alertas sanitarias con relativa frecuencia. También puede provocarse por la contaminación de una herida o por el desarrollo de esta toxina en el intestino de los bebés de pocos meses. 

Pero en otras situaciones, su origen es debido a un tratamiento médico mal aplicado. Es el motivo asociado al brote de Turquía, donde decenas de pacientes fueron tratados con inyecciones gástricas de toxina botulínica para perder peso.

Síntomas y complicaciones

Entre los síntomas comunes, el portal MSD Medical apunta la sequedad de boca, la visión borrosa o doble, ciertos trastornos del habla y dificultad para respirar, además de la rigidez facial o la caída de párpados.

En el caso concreto de la contaminación por vía médica, los efectos incluyen fuertes dolores de cabeza, debilidad muscular y hasta parálisis facial. Si el diagnóstico se agrava las complicaciones se elevan, hasta perder la capacidad de respirar y dificultad para hablar o tragar.

Tratamiento

Según el ECDC, estos síntomas pueden ser muy graves y llegar a requerir tratamiento de cuidados intensivos, así como la administración de antitoxina botulínica. Incluso cuando tales tratamientos están disponibles, la recuperación completa generalmente lleva semanas o meses. El organismo europeo no precisa la tasa de letalidad, aunque avisa de la alta peligrosidad de esta enfermedad. En el caso de las infecciones por contaminación alimenticia, la mortalidad es de entre el 5 y el 10%.

Desde la Clínica Mayo apuntan que en las infecciones por inyección de bótox suelen mejorar a medida que el cuerpo absorbe la toxina. En situaciones más complejas, también apuntan a la necesidad de recibir la antitoxina inyectada para evitar el daño en el organismo. 

Esta inyección "no puede revertir el daño que ya está hecho", añade el centro estadounidense, pero los nervios pueden repararse a sí mismos, aunque el proceso puede durar meses y requerir rehabilitación en facetas como el habla, la movilidad o la capacidad de deglutir alimentos.

En situaciones de dificultad respiratoria, se recomienda el uso de un respirador artificial durante semanas, mientras el propio organismo combate los efectos de la toxina.

Cuando la infección se debe a una contaminación de herida, el tratamiento recomendado es antibiótico, pero únicamente en estos casos, ya que en otros tipos de botulismo los antibióticos pueden incluso acelerar la liberación de toxinas.  

MOSTRAR BIOGRAFíA

Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.