El acusado, de 22 años, dio a su pareja un móvil con una 'app' espía que le permitía acceder a su ubicación y contraseñas. Ahora le piden 7 años de pena.
La oferta de servicios de información y entretenimiento en los aviones ha venido evolucionando razonablemente en los últimos 10 o 15 años, pero si la miramos con cuidado podemos percibir que hay algo trabado en ella. El tiempo se le ha ido escapando, como a la escuela.