Confirman la desaparición del marisco más preciado de las Rías Baixas

Confirman la desaparición del marisco más preciado de las Rías Baixas

Su presencia en las lonjas de Galicia era tal que los pescadores tenían que gritar para hablar, incapaces de escucharse por el característico ruido que producen.

Varios de los mariscos protagonistas de la Festa do Marisco de O Grove.Xurxo Lobato

La costa gallega ha sido testigo en las últimas décadas de la desaparición de uno de sus mariscos más preciados: el Palinurus elephas, más conocidas por el nombre de langostas y que en Galicia también les llaman "cantarinas" porque tienen la capacidad de emitir un sonido característico que puede escucharse a kilómetros de distancia.

La presencia de este marisco, antaño abundante en las Rías Baixas, era tal en las lonjas de Galicia, que los pescadores incluso tenían que gritar para hablar entre ellos. Sin embargo, hoy en día, la sobrepesca y la falta de regulación han conseguido que la langosta se haya prácticamente convertido en una especie fantasma.

Ese sonido característico de la langosta, que consiguen cuando frotan una parte de sus antenas contra una especie de lima situada bajo sus ojos, se ha convertido en un eco del pasado para los veteranos del sector pesquero en Galicia. En su apogeo, se descargaban langostas en grandes cantidades. En A Guarda, se llegaron a descargar "entre 2.000 y 5.000 kilos cada semana durante las campañas en los años setenta" gracias a una flota de 40 barcos, explica el ex patrón mayor de la localidad, Francisco Pérez, a La Voz de Galicia.

La situación actual es desalentadora. Las estadísticas oficiales de la Xunta de Galicia reflejan una caída drástica en las descargas de langosta en las lonjas gallegas desde 1990, hasta tal punto que desde 2016 los registros, son prácticamente inexistentes. En 2023, apenas se alcanzaron cifras mínimas y zonas como Cangas, Baiona y O Grove muestran patrones similares, con registros desplomados. Solo en la lonja de O Berbés, Vigo, hay señales de actividad, pero porque vienen de flotas que vuelven de mares extranjeros.

Hoy en día, la langosta que se consume en Galicia es mayoritariamente de importación. Las cetáreas, dedicadas a la cría y conservación de mariscos, han desaparecido, y los proyectos que se han presentado para revitalizarlas se han rechazado ante el temor de que se puedan convertir en la puerta de entrada de especies invasoras.

Aunque las autoridades gallegas han ido aprobando nuevas normas de control, el daño ya estaba hecho porque la falta de regulación y la pesca sin conciencia han provocado esta situación, como señalan el ex patrón mayor de A Guarda y otros veteranos del sector.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

El declive de la langosta en Galicia no solo es un problema ecológico, sino también cultural y económico. José Irisarri, videógrafo submarino, ha publicado en Youtube un vídeo en el que advierte de este declive y aboga por la creación de áreas protegidas, siguiendo el ejemplo de las islas Columbretes donde, asegura, se se ha logrado recuperar la población de langostas con la aprobación de medidas de conservación.