De emperadores a sabios: los seis hispanos que dejaron huella en la historia del Imperio Romano

De emperadores a sabios: los seis hispanos que dejaron huella en la historia del Imperio Romano

Además de tres emperadores de renombre, Hispania impactó en el Imperio Romano gracias a otros personajes famosos y reconocidos.

Tres emperadores romanos observando el amanecerDall-E

Hispania representó para el Imperio Romano un verdadero vivero de talentos en diversas áreas: intelectual, artística, política, deportiva e incluso religiosa. Córdoba fue cuna de dos figuras prominentes: los Sénecas, el retórico y su hijo el filósofo estoico, este último especialmente recordado. También de esta región provinieron el poeta épico Lucano, el satírico Marcial, el geógrafo Pomponio Mela y el agrónomo Columela, todos ellos destacadas personalidades de la cultura latina.

Tres de los emperadores más influyentes del Imperio también eran hispanos: Trajano, Adriano y Teodosio I el Grande. Además, un atleta lusitano, Diocles, nacido en la península ibérica, fue reconocido como el mejor auriga de la historia en una época en la que las carreras de cuadrigas rivalizaban en popularidad con el fútbol actual. A continuación, repasamos algunos de estos hispanos que dejaron su huella en el Imperio Romano.

Trajano (53-117 d. C.)

Originario de Itálica, cerca de la actual Santiponce en Sevilla, Trajano se convirtió en el primer emperador nacido fuera de Roma. Reconocido por sus habilidades militares, ascendió al trono en el año 98 tras ser adoptado por Nerva. Durante su reinado, destacó por sus conquistas territoriales y su política interna de subsidios sociales y construcciones.

Adriano (76-138 d. C.)

También nativo de Itálica, sucedió a Trajano en el año 117 y promovió un período de estabilidad y avance en el Imperio. Admirador de la cultura, reformó la administración y la legislación, y fue conocido por su afición al arte, como evidencian los lujosos restos de la Villa Adriana en Tívoli.

Teodosio el Grande (347-395 d. C.)

Nacido en Cauca (Coca, Segovia), Teodosio fue nombrado emperador del Imperio de Oriente en el año 379. Estableció el cristianismo como religión oficial y persiguió a los paganos, incluyendo a Eugenio, a quien derrotó en la batalla en el año 394. Tras su muerte, el Imperio fue dividido nuevamente entre sus hijos.

Séneca (4-65 d. C.)

Filósofo y escritor, Séneca nació en Córdoba y se trasladó a Roma, donde tuvo una destacada carrera como forense y político. Educó a Nerón, pero luego se vio obligado a suicidarse por su supuesta participación en una conspiración.

Lucano (39-56 d. C.)

Sobrino de Séneca y también cordobés, Lucano fue un poeta épico que pasó de elogiar a Nerón a criticarlo abiertamente y unirse a una conspiración contra él. Su obra más conocida, "Farsalia", influenció significativamente la literatura medieval.

Marcial (40-104 d. C.)

Originario de Bilbilis (hoy Calatayud), Marcial fue un destacado poeta satírico que retrató de manera cruda la sociedad romana en sus epigramas. Después de pasar un tiempo en Roma bajo el patrocinio de los emperadores flavios, regresó a su tierra natal donde fue protegido por una rica matrona hasta su fallecimiento.