Los autobuses de línea de Madrid acaban a 250 kilómetros de su garaje

La "reconversión del servicio" del autobús urbano de Plasencia ha comenzado esta semana con la incorporación paulatina de los cinco vehículos que han llegado de Madrid. El ayuntamiento ha pagado por ellos unos 30.000 euros y se sumarán a los dos únicos que se puedan salvar de la flota, ha informado El Periódico Extremadura. 

Sin embargo, para retomar de nuevo la línea 3 se necesitan un total de nueve autobuses, dos por línea, más tres para imprevistos y servicios extraordinarios, según ha explicado el alcalde, Fernando Pizarro. 

De esta forma, el servicio no podrá funcionar al completo hasta que lleguen otros cuatro autobuses de Alicante, gracias a un convenio de cesión que no le supondrá ningún coste al ayuntamiento de Plasencia. El convenio ya lo ha aprobado la junta de gobierno y deberá hacerlo también el consistorio alicantino. Pizarro espera tener estos autobuses "en las próximas semanas".

Mientras, los nuevos autobuses tendrán que acudir a una gasolinera a 65 kilómetros de Plasencia, situada en Cáceres, para poder repostar, ya que es la única de la zona que cuenta con el gas que consumen los vehículos. Y necesitarán repostar cada dos o tres días, dependiendo de la línea que hagan, la 1 o la 2, según ha agregado Pizarro. 

El objetivo, según ha asegurado, es contar en el futuro con una gasolinera en la ciudad, pero es una infraestructura que una empresa deberá hacer nueva. El Ayuntamiento quiere añadir más autobuses de gas, otros cinco de Madrid "posiblemente en el segundo semestre del año",  por lo que considera que será posible levantar la gasolinera.