Una ‘nueva’ medusa cierra varias playas españolas

Una ‘nueva’ medusa cierra varias playas españolas

No solo los tiburones están provocando prohibiciones de baño.

Una medusa pelagia noctiluca, en una imagen de archivoReinhard Dirscherl / Getty Images

Nuevo cierre de playas en España, más concretamente en A Coruña, aunque esta vez no por tiburones. El motivo en esta ocasión ha sido la presencia de medusas, y no, la culpable no ha sido la ya famosa carabela portuguesa, sino una ‘nueva’ medusa: la pelagia noctiluca.

Se trata de una medusa que popularmente es más conocida como acalefo, medusa luminiscente o clavel. Tal y como explica en su sitio web la Fundación iO, es “una especie translucida que vemos de color rosado” y “se reconoce por su campana pequeña en forma de hongo salpicada de pequeñas manchas pardas o rojizas, que parecen verrugas”.

La medusa pelagia noctiluca cuenta con “ocho tentáculos en el margen de la sombrilla. Cada centímetro de tentáculo tiene 10000 células urticantes”, destacan desde la Fundación iO.

En consecuencia, el Ayuntamiento de A Coruña informó este miércoles, a través de su cuenta oficial de Twitter, de que había decidido prohibir el baño: “Seguridad Ciudadana notifica la instalación de bandera roja y la prohibición del baño en las playas de Orzán, O Matadoiro y San Amaro por la presencia de medusas en el agua”.

Sin embargo, a las 12:50 de este jueves se ha desactivado la prohibición. No obstante, se mantiene la bandera amarilla en las tres playas por la presencia de medusas y “se recomienda evitar bañarse”, ha resaltado el ayuntamiento coruñés.

Los síntomas de la picadura de la pelagia noctiluca

La Fundación iO señala que los síntomas de la picadura de la medusa pelagia noctiluca son “dolor, intenso picor, eritema y edema de la zona afectada. Habrá eritema y habones urticariales, pero en algunos casos puede evolucionar a ulceración y necrosis”.

“Posteriormente pueden aparecer síntomas similares a los producidos por una quemadura. La distribución del veneno por todo el organismo puede conducir a una sensación de opresión torácica, calambres musculares e incluso dificultad respiratoria”, advierten.

Asimismo, precisan que “aparece con cierta frecuencia un cuadro con angustia, agitación, pérdida de apetito, conjuntivitis y en ocasiones dolor de cabeza. Pero, en general, la clínica post-picadura suele ceder en pocas horas”.

En cualquier caso, se debe tener en cuenta que “de manera más rara y en personas especialmente sensibles a estas picaduras, como lactantes, ancianos o personas con graves enfermedades generales, la sintomatología puede ser de mayor gravedad. Si esto ocurriera se debe trasladar al afectado al hospital o centro de salud más cercano”.