La 'batalla' del 9 de mayo: del victimismo de Putin en el Día de la Victoria al europeísmo de Zelenski en el Día de Europa
El líder ruso ha llamado a defenderse de la "nueva cruzada" contra Rusia de las "élites occidentales", mientras Von der Leyen ha abierto un poco más las puertas de la UE a Ucrania en su visita a Kiev.
Misma fecha, dos relatos y dos imágenes que nada tienen que ver. Rusia y Ucrania, Putin y Zelenski, han vuelto a enfrentarse a kilómetros de distancia en una batalla diplomática por el icónico 9 de mayo. El Día de la Victoria ruso, el Día de Europa para una Ucrania cada vez más europea en el fondo y en la forma. Y dos miradas, una nostálgica a 1945 y otra de futuro hacia un horizonte de integración en la UE.
Se esperaba con especial interés el gran acto propagandístico-patriótico ruso por el aniversario de la victoria soviética sobre los nazis. El gran morbo de esta edición ha estado en el extremo dispositivo de seguridad con el que Moscú se ha blindado una semana después del supuesto intento de magnicidio con drones sobre el Kremlin y ante la sospecha de posibles sabotajes.
Las dudas han llevado al Kremlin a cancelar el evento en más de una veintena de localidades y a celebrar una fiesta 'menor' en Moscú para la habitual pompa que rodea al régimen putiniano.
Putin, el 'cruzado' contra las "élites occidentales"
Alrededor de 10.000 participantes en el desfile, sin aviación y sin posterior recepción de autoridades. Hasta el discurso del todopoderoso líder ha sido más corto de lo esperado. Unos 10 minutos en los que ha mezclado la nostalgia por una victoria que "salvó a la humanidad del nazismo", el victimismo y la retórica antioccidental.
Para Putin, Rusia hoy es el blanco de una "nueva cruzada" de las "élites occidentales" ante la que su país se defenderá hasta el final. "Nos protegeremos a nosotros y a los ciudadanos del Donbás", ha apuntado, volviendo a reclamar para sus dominios la región del este de Ucrania y ahora epicentro de una guerra enquistada.
Aunque fuesen diez minutos, el mandatario postsoviético no podía fallar a sus fans y no ha faltado un capítulo de ofensas al Ejecutivo de Zelenski, al que ha acusado de ser un "régimen delictivo" que ha hecho del pueblo ucraniano "rehén de un golpe de estado".
La culpa, ha seguido relatando, es de buena parte del mundo, principalmente "globalistas y elitistas de occidente que han reunido a los supervivientes del fascismo y quieren destrozar nuestro país, desintegrarlo, borrar los resultados de la Segunda Guerra Mundial...", ha lanzado Putin para sus masas.
En cambio no se ha parado demasiado en analizar una guerra que sigue sin serle favorable y que podría volvérsele aún más en contra ante la inminente contraofensiva ucraniana. Apenas sí ha querido dejar claro que "el futuro del Estado ruso depende de los participantes de la operación militar especial"
Von der Leyen en Kiev: dos gestos muy claros
En Kiev el relato ha sido muy distinto. Con Ucrania cada vez más encaminada a la Unión Europea, Ursula von der Leyen ha visitado a Volodimir Zelenski. Su presencia tiene un cariz más relevante que la mera contraprogramación de Putin. Ucrania ha cambiado el sentido de su festividad este 9 de mayo. La victoria soviética (a la que pertenecía Ucrania entonces) ya es historia; desde ahora se celebrará el Día de Europa. Presente y futuro del país.
Desde la misma capital ucraniana Von der Leyen ha hablado de la futura integración de Kiev entre los socios comunitarios. "Estamos hoy aquí en un país atacado sin sentido y algunos pensarán que es imposible, improbable o distante hablar de una Ucrania libre y en paz en la UE. Pero Europa consiste en hacer posible lo que parece imposible", ha apuntado la presidenta de la Comisión.
Las buenas palabras cada son mejores y más habituales, pero no por ello se acortan los plazos. El camino sigue siendo largo, pese a la urgencia que reclama Zelenski. Bruselas nunca ha sido amiga de las prisas y en este asunto ha quedado claro que aún menos.
También en clave futura, Von der Leyen ha avanzado las líneas maestras del que será el undécimo paquete de sanciones contra Rusia. El objetivo central es evitar las ‘jugadas’ con las que el Kremlin está burlando las numerosísimas restricciones marcadas desde el comienzo de la invasión.
Por ello, la UE quiere frenar los negocios con terceros países que, de forma clandestina, están haciéndole el juego a Moscú, ha adelantado la política alemana. "Hemos visto recientemente un incremento muy inusual del flujo comercial entre la Unión Europea y ciertos terceros países. Estos bienes acaban al final en Rusia".
Ese nuevo paquete, sobre el que Moscú ya ha advertido con represalias por tocar a terceros países, incluirá una cláusula para proponer a los Estados miembros la prohibición de la exportación de los productos en cuestión, para evitar que Rusia pueda importarlos declarando como destino final estados ajenos. “No puede haber dudas de que luchamos contra la evasión de sanciones”. ha sentenciado la presidenta de la Comisión.
Rusia sigue 'respondiendo' a la afrenta a la espera de la gran batalla
Diplomacia aparte, las sombras del supuesto intento de magnicidio contra Putin continúan coleando. Tal y como apuntaban los expertos consultados por El HuffPost, Rusia no deja de "rentabilizar" la cuestión de los drones para justificar su particular ‘ojo por ojo’ sobre los cielos y tierras ucranianos.
La última oleada ha llegado esta madrugada, tan icónica para el nacionalismo ruso, con Kiev como gran objetivo. Horas antes de la llegada de Von der Leyen, hasta una quincena de misiles de crucero han sido interceptados por las defensas ucranianas, en lo que se ha conasiderado uno de los ataques más masivos contra la capital desde hace meses.
Pasados el Día de la Victoria y el Día de Europa, la guerra sigue sin solución a la espera de la contraofensiva ucraniana y con la gran batalla enclavada en Bajmut desde hace meses.