Putin saca la carta del agotamiento
Los reproches contra Ucrania por la crisis del grano escalan y hacen patente las desavenencias comerciales.
Durante los últimos días los reproches contra Ucrania —sobre todo por parte de Polonia, Hungría y Eslovaquia, que anunciaron una restricción unilateral del cereal ucraniano— por la crisis del grano han escalado y han hecho patente las desavenencias comerciales, que amenazan una ayuda imprescindible para Kiev mientras Putin aguarda a que el agotamiento occidental allane una victoria rusa.
Las tensiones, sin embargo, empiezan a diluirse por iniciativas como la de la ministra de Defensa de la República Checa, Jana Cernochova, según ha publicado La Razón. Esta instó a Ucrania y Polonia a "que se pidan disculpas mutuamente", aunque dejó claro que la queja de Zelenski ante la Organización Mundial del Comercio contra los tres Estados europeos discrepantes fueron "realmente contraproducentes".
Por ello, Cernochova insistió en que "las partes dejen el orgullo a un lado, se sienten a la mesa de negociaciones, tomen aire y sigan adelante. En caso contrario, todos perderemos". En la misma línea se pronunció el presidente de Lituania. "Ucrania y Polonia tienen que resolver sus diferencias", escribió en sus redes sociales, y dijo que su país está dispuesto a "facilitar" el diálogo entre las partes.
Sin embargo, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que anunció la semana pasada que su país dejaría de armar a Ucrania, continúa con su tono amenazador. "Quiero decirle a Zelenski que nunca vuelva a insultar a los polacos", afirmó durante un mitin electoral de su partido, el ultraderechista PiS.
Mientras, el presidente polaco, Andrzej Duda, trata de rebajar la tensión. "No creo que la disputa política conduzca a un colapso de las relaciones. Este es un asunto que debemos resolver entre nosotros". El ministro de Asuntos Exteriores, Zbigniew Rau, comparte esta posición y aseguró que, como consecuencia del conflicto con Rusia, "quiere ver emerger un Estado ucraniano fuerte y con una economía vibrante". Asimismo, insistió en que Varsovia "seguirá respaldando los esfuerzos de Ucrania para unirse a la OTAN y la UE".
Sin embargo, el ministro polaco de Asuntos Exteriores admitió que la disputa ha provocado "un cambio radical en la percepción de la opinión pública polaca", ante lo que se está realizando un esfuerzo diplomático "titánico".
Mientras, Rusia se frota las manos. "Predecimos que las fricciones entre Varsovia y Kiev aumentarán y, con el tiempo, lo mismo pasará con otras capitales europeas. Esto es inevitable", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Además, aseguró que, "por supuesto, estamos observando los acontecimientos de cerca".