Claves para que la habitación de tu hijo no sea un desastre

Claves para que la habitación de tu hijo no sea un desastre

Si quieres que el dormitorio de tu hijo sea un espacio funcional y organizado la clave es mantener el orden con facilidad. Con una planificación adecuada de los sistemas de almacenaje ningún obstáculo entorpecerá las actividades básicas de los pequeños, como dormir, jugar y estudiar. Descubre las mejores ideas para inspirarte:

1. El escondite inglés: utiliza el espacio debajo de la cama

La mayoría de las camas para niños o jóvenes suelen venir ya equipadas con cajones en su parte inferior, perfectos para almacenar la ropa de cama o las prendas de otras temporadas. El problema es cuando son pesados: pueden llegar a ser peligrosos para niños de corta edad.

Si necesitas este espacio para juguetes, utiliza contenedores ligeros, de un tamaño más manejable y/o con ruedas.

2. Las canicas: elementos flexibles y versátiles

Los elementos con ruedas, deslizables y modulares, permiten dar diferentes usos a los espacios. Esto es especialmente útil en la distribución infantil: hablamos de dormitorios que sufren distintas transformaciones a lo largo del día y durante las etapas de crecimiento.

3. Los disfraces: adapta el armario ropero a su edad

El tamaño de la ropa y de los zapatos de los niños va variando a medida que crecen. Busca un sistema flexible que permita variar la posición de las barras, baldas y cajones, de forma que tengan fácil acceso y puedan guardar ellos mismos sus prendas.

4. El tetris: aprovecha la altura libre

Si el cuarto de tus hijos cuenta con una generosa altura libre, aprovéchala al máximo. Los altillos y literas ofrecen innumerables posibilidades de almacenamiento, que pueden resultar originales y atractivas. ¿Ejemplo? Los escalones convertidos en cajones.

5. Monopoly: optimiza las superficies verticales

Para tener el material escolar a mano usa organizadores de pared. También puedes realizarlos tú mismo con tela, o recubriendo las paredes con tableros de clavijas.

6. Cada oveja con su pareja: ayúdale a clasificar sus cosas con etiquetas

Las cajas son un elemento económico y práctico. Elige modelos transparentes —para ver lo que hay dentro— o de colores —para que los asocien a los diferentes tipos de objetos que hay que guardar—.

También puedes utilizar un único tipo de contenedor opaco que dé unidad y orden visual. En este caso, utiliza etiquetas para que sepan qué hay dentro: pegatinas, tarjetas o las originales pizarritas, que además permiten modificar su contenido fácilmente.

7. Los diminutos: utiliza colgadores a su altura

¿No soportas que tus hijos dejen su ropa tirada en cualquier sitio, por pasillos y sillas? La mejor solución es disponer percheros a su altura, para que mochilas y abrigos dejen de ser un obstáculo a tu paso.

8. Ratón de biblioteca: optimiza el espacio de los libros

Crea una pequeña biblioteca debajo de la ventana, aprovechando la luz natural y con los libros a su altura, que fomentará el hábito de la lectura. Si no le puedes dedicar mucho espacio, escoge solo los libros que estén leyendo ahora y colócalos con las portadas a la vista.

En la fase de iniciación a la lectura, un expositor giratorio rescatado de una librería puede ser una idea divertida para que tengan los tebeos y los cuentos a mano.

9. La habitación es un puzzle: convierte la tarea de ordenar en un juego

Si optas por elementos de almacenaje y mobiliario con un diseño lúdico, introducir las cosas en su interior se convertirá en un juego para tus hijos.

10. El comodín: acomete una reforma integral del espacio

Puedes ir más allá del simple diseño del mobiliario y de los elementos de almacenaje: con una reforma profunda podrás tener zonas de almacenamiento en lugares insospechados. Por ejemplo, ¡bajo el pavimento!

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