Furor por las placas solares en balcones: cuánto cuestan y cuánto ahorras

Furor por las placas solares en balcones: cuánto cuestan y cuánto ahorras

Fáciles de instalar, ligeros, móviles y rentables: los paneles para autoconsumo casi se duplican en Madrid, con un coste de 800 a 2.400 euros y ahorros del 40 al 70% al mes.

Placas solares en un balcón, en una vivienda de Munich (Alemania), donde las instalaciones se han disparado. picture alliance via Getty Images

La transición verde ya estaba en marcha en Occidente, atrancas y barrancas, forzada por la crisis climática, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha terminado por hacer comprender al mundo, ya sin excusas, que hay buscar ya nuevas fuentes que, además de no contaminar, suplan el suministro de regímenes totalitarios como el de Vladimir Putin. El ahorro energético se impone, los Gobiernos toman decisiones para lograrlo, pero el reto también se logra o se pierde en cada casa. De ahí que se esté incrementando la instalación de placas solares para exprimir esa fuente natural y que, ahora, además existan ya paneles para autoconsumo que se ponen hasta en el balcón.

No hace falta ya tener una terraza comunitaria o particular, un tejado propio o un patio, ahora se puede recurrir a una instalación ligera, móvil y también rentable, con un coste aproximado de entre 800 y 2.400 euros y que puede ahorrar entre un 40 y un 70% de la factura mensual, según diferentes empresas del sector.

Según ha informado la firma timbrit, una app facilitadora de reformas en el hogar, a través de un comunicado de prensa, estas instalaciones están “despuntando en Madrid en los últimos meses debido a la subida del precio de la electricidad”. Según sus datos, se ha registrado un 172% más de solicitudes para la instalación de placas solares en balcones o zonas pequeñas, en comparación con datos del año anterior, en la capital española.

Se trata, dice, de una alternativa barata para los que viven en la ciudad y no disponen de terrazas que, afirman, “se traduce hasta en un 70% de ahorro en la factura”, una cifra que, no obstante, puede bajar al 40% o 50% según algunas empresas del sector como Tornasol Energy y medios especializados. “La tendencia del autoconsumo se ha disparado en menos de un año y se ha triplicado la búsqueda de profesionales que realizan esta instalación sencilla”, afirma Saúl Cubilla, director de Márketing de timbrit.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 81,3% de los hogares en la capital del reino se localizan actualmente en edificios de más de 10 viviendas, esto es, la mayoría de las personas viven en edificios que, por norma general, carecen de terraza. Para ellos, las placas solares en sus balcones o ventanas son “la mejor opción” para reducir la factura de la luz en los meses de invierno y aprovechar las nueve horas de sol al día que tiene noviembre en Madrid, unas diez por ejemplo en Málaga o Córdoba.

La media anual en España de horas de sol es de 2.500, siendo uno de los países más soleados de Europa, por eso es un territorio privilegiado para obtener energía mediante instalaciones fotovoltaicas de una forma rentable, el sueño por ejemplo de Alemania, el país europeo, junto a Bélgica, donde más están comprándose estas placas, pero donde tienen infinitamente menos recursos a los que recurrir.

Las bondades de la instalación

Una de las ventajas de esta instalación en balcones es que no necesita autorización municipal, a menos que se quieran poner en una fachada protegida. En ese caso, como es lógico, hay que hacer la consulta a las autoridades municipales correspondientes. timbrit explica que el precio de dos paneles solares (suelen de se 1,70 por un metro y pesar entre cuatro y 20 kilos cada uno) ronda los 800 euros. Suele ser el mínimo para instalar. El precio se puede ir a los 2.400 o 2.500, si la instalación es mayor. En mano de obra, afirma el comunicado, el precio medio es de mil euros “porque no es necesario hacer grandes obras en casa”.

No obstante, hay modelos sencillos en los que sólo hay que colgar los paneles en un sitio donde el sol de de la forma más directa posible, enchufar los dos cables que vienen con el producto y empezar a ahorrar, con lo que el gasto es menor. Completamente autoinstalables, con el ahorro que eso supone.

Son placas muy ligeras y flexibles, hasta el punto de que algunas pueden colocarse en esquinas o zonas redondeadas, con una garantía de seis años de media y 25 años en rendimiento (sin necesidad de revisiones), por lo que la inversión hecha se puede amortizar en un plazo de tres a cinco años. Como hay modelos que no necesitan de una instalación, es una opción a la que pueden recurrir también inquilinos y no sólo propietarios, porque los que no requieren de taladro van con argollas o correas para asegurar las placas y se pueden colgar directamente de las rejas o barandillas, como se ven en las calles de Japón o Corea del Sur, donde su uso está muy extendido.

No es un elemento fijo en la fachada, por tanto, así que tampoco crea problemas vecinales. Sí que hay que informar a la junta, como sucede con la colocación de una consola de aire acondicionado o una antena nueva.

¿Y cuánto se ahorra? Hay muchos factores que hacen variable este detalle: la tarifa contratada por un hogar, los electrodomésticos enchufados a la corriente, el consumo de cada uno, las condiciones de orientación y la climatología del momento, si es o no óptima... Se calcula que una familia media, según datos de Red Eléctrica Española, está en 3.272 Kwh al año de gasto.

timbrit recuerda que otra alternativa es la instalación de placas fotovoltaicas o paneles solares en los tejados de comunidades de vecinos y chalets de propietarios, un servicio que también ha experimentado un crecimiento del 60% en Madrid, como reflejan los datos de la startup española. Las ayudas de los distintos Gobiernos para su instalación son las que están moviendo hoy este mercado.

Es necesario ahorrar por el planeta, por la guerra y por el bolsillo, en un país donde uno de cada tres españoles dice que no puede permitirse calentar su casa de cara al invierno, como constata el Banco Europeo de Inversiones (BEI).