Expertos avisan del esperado desplome del aceite de oliva con dos grandes "peros"

Después de que la sequía que afecta a España haya arruinado prácticamente las dos últimas temporadas de cosecha de aceituna, la de este año permitirá que los agricultores del sector olivarero puedan respirar tranquilos y vislumbrar la salida de un túnel en el que han tenido que remar contra la subida de los costes de producción y la reducción de la producción. En la provincia de Granada, por ejemplo, un 50% durante estos años difíciles.

Las buenas expectativas respecto a la cosecha de olivas, que se recogerá entre los meses de octubre y febrero, ha supuesto una dosis de optimismo para un sector que ya se había acostumbrado a recibir malas noticias. Por eso, muchos de los engranajes que articulan el mercado del aceite de oliva se permiten pensar en lo que, hasta ahora, parecía imposible: una caída de los precios en los supermercados. Aunque lo hará con dos grandes "peros".

De acuerdo con el observatorio de precios del aceite de oliva, Infaoliva, el valor en origen del 'oro líquido', en su versión virgen extra, ha empezado a descender desde su máximo histórico hasta los 7,80 euros por litro que se pagan en la actualidad. Casi un euro menos respecto a los 8,70 registrados a principios de 2024. Los expertos esperan esta tendencia a la baja continúe hasta finales de año, por lo que advierten que los consumidores no empezarán a notar las bajadas de precio hasta, al menos, Navidad. 

"La temporada anterior todavía está muy cerca, por lo que aún pueden registrarse alguna tensión en los mercados", señala el responsable del sector del olivar en Granada, Rafael Almirón. "Aunque la temporada empieza más temprano, hasta noviembre no podremos suministrar oliva a gran escala al mercado, por lo que seguiremos pagando caro hasta la Navidad", añade el agricultor al Diario Sur.

Por su parte, el gerente de la Cooperativa San Sebastián de Benalúa de las Villas, Eduardo Valverde, señala al mismo diario que la caída de los precios se notará más en septiembre. "Tenemos un stock de aceite de menos de 230 millones de kilos, que es muy bajo. Si se confirma la buena cosecha, en cuatro meses estaremos produciendo aceite nuevo y el habrá ajuste de precios. Lo ideal sería que el precio del litro, que ahora está en ocho euros, bajara a seis", comenta.

Sin embargo, Valverde también advierte que el precio del aceite de oliva no volverá a los niveles bajos de 2019 y 2020, cuando se desplomó a dos euros por litro. "Se necesitarán varios años seguidos de buenas cosechas para llenar las bodegas y alcanzar una reserva permanente que permita que el precio baje tanto de nuevo", concluyó.