"Al restringir su entrada, enviamos un mensaje claro de nuestro apoyo a Ucrania y de condena de las acciones de Moscú", defiende Noruega, el último en dar pasos.
La propuesta de la Comisión Europea para no renovar la autorización de ocho aditivos de aroma ahumado a los alimentos ha sido apoyada por todos los países miembro.
Hungría no ha aplicado su veto y esta semana, con retraso, se ha aprobado un fondo de 50.000 millones para Kiev. El ultraderechista lo vende como una victoria porque ha logrado alguna condición.
El húngaro ya impidió en diciembre que se aprobasen 50.000 millones para Kiev y ahora amenaza con repetir. Pero Bruselas está ya muy cansada y estudia réplicas.
La respuesta es sí, pero hace falta voluntad política. La toma de conciencia mundial de que esto no se resuelve por las armas y de que más violencia puede generar una guerra multibanda en Oriente Medio acelera el objetivo del estado palestino.
"Creo que el ministro podría haber empleado mejor su tiempo en preocuparse por la situación de su país, o por el elevado número de muertos en Gaza", replica Borrell.
El ultraderechista Orbán se niega a entregar 50.000 millones a Kiev y recela de sus deberes para entrar en la UE, mientras el socialista español Sánchez impulsa una iniciativa para pedir un alto el fuego inmediato que proteja a los palestinos.
La guerra de invasión rusa no se detiene, pero Oriente Medio ha estallado de forma desconocida y la fatiga en el campo de batalla, en el armamento, en el dinero y en la atención sobre el conflicto ucraniano se deja notar. No vienen buenos tiempos.
"Aunque Israel tiene derecho a luchar, también es esencial que se esfuerce por evitar víctimas civiles y por ser lo más selectivo posible", dice Von der Leyen.
El Europarlamento vota masivamente una resolución en la que expresa sus dudas de que Orban deba llevar el semestre, por sus violaciones del estado de derecho.