La "adicción" de los simios a girar sobre sí mismos explicaría porqué nos gustan "los subidones"

La "adicción" de los simios a girar sobre sí mismos explicaría porqué nos gustan "los subidones"

Un estudio que ha analizado cientos de vídeos de Youtube puede proporcionar pistas sobre el deseo humano de buscar estados de conciencia alterados.

Un chimpacé común sonríe a cámara en un zoo de China.Wang Chengjie/VCG

La película que ha arrasado en la última edición de los OscarTodo a la vez en todas partes, juega con habilidad con los metaversos. El mismo concepto que Mark Zuckerberg trata de explotar desde hace años, aprovechándose del empeño del ser humano de "escapar" de la realidad. Un anhelo que hasta ahora se conseguía de otras formas: el consumo de drogas y alcohol. 

El consumo de drogas y alcohol, a menudo se asocia con este deseo. Aunque a veces se considera un problema de comportamiento y genera graves problemas de adicción, un estudio científico sobre el comportamiento de grandes simios  publicado en la revista Primates ha descubierto las bases que podrían explicar porqué los humanos tenemos un fuerte deseo de experimentar estados de conciencia alterados. ¿Podría ser que nuestro anhelo por escapar de la realidad esté arraigado en nuestra propia evolución?

Para responde a esta pregunta, los investigadores han analizado vídeos de gorilas, chimpancés y orangutanes publicados en Youtube en los que se le ve girando sobre sí mismos hasta perder el control para comprobar si este comportamiento tiene algún propósito más allá del simple juego.

El estudio comenzó cuando encontraron un vídeo de un gorila girando en una piscina y, posteriormente, descubrieron más de 40 vídeos similares. Los investigadores se preguntaron si los simios se mareaban como los humanos, así que contaron las vueltas y llegaron a la conclusión de que la mayoría de los simios giraban 5 veces y media seguidas antes de parar, y repetían esta acción unas 3 veces. 

Los investigadores quisieron comprobar por sí mismos si los giros también podían marear a los humanos y, de hecho, les resultó difícil completar la tercera serie debido al mareo acumulado de las dos anteriores. Si los grandes simios tienen una experiencia similar, podríamos inferir que buscan conscientemente el mareo en sus juegos. Mientras girar sobre sí mismos puede ser un ejercicio divertido y un motivo válido, si quisieran evitar sentirse mareados, podrían fácilmente espaciar más las series de giros.

"Si todos los grandes simios buscan el mareo, es muy probable que nuestros antepasados también lo hicieran. Nos preguntamos qué papel juegan estos comportamientos en cuanto a los orígenes de la mente humana", explica uno de los autores del estudio a la BBC

"Es posible que exista un vínculo con la salud mental, ya que los primates que observamos eran principalmente individuos cautivos, que pueden estar aburridos o intentando estimular sus sentidos de alguna manera", agrega el Dr. Lameira, coautor del estudio. 

¿Esto implica que consumir sustancias es saludable por ser natural? Nada más lejos de la realidad. La naturalidad de una conducta no explica si es beneficiosa o perjudicial. Sí nos permite entender desde cuándo nos hemos comportado de cierta manera, qué es lo que buscábamos o, incluso, cómo abordar el problema. Los mismos investigadores concluyen que es necesaria más investigación para comprender las motivaciones de los primates para tal comportamiento.