La Ertzaintza jubila sus drones con cinta adhesiva por nuevas bestias

La Ertzaintza ha venido protagonizando una innovación tecnológica de altos vuelos en la última década. Se trata del impulso que han recibido unos dispositivos que han demostrado su eficacia y su valía partiendo de los modelos más vetustos a una última generación. Hablamos de los drones.

En este sentido, las cosas han cambiado mucho en esta materia en el seno de la policía de Euskadi, desde que en 2014 adquiriese su primer dispositivo aéreo autónomo con la finalidad de asistir en rescates. Aquel primer modelo -hoy con sitio reservado en el museo de la academia de policía de Arkaute- incluso llevaba la cámara pegada con cita aislante. Así lo recoge El Correo en un amplio reportaje.

Diez años más tarde, en este 2024, se cumplió la previsión de que esta tecnología "había llegado para quedarse". Asier Urrutia, director de Operaciones Aeronáuticas de la Ertzaintza, explica al citado diario vasco que "mucha gente piensa que son juguetes y no lo son. Pueden ser muy peligrosos".

De una GoPro pegada con cita aislante a auténticas 'bestias del cielo'

Para hacerse una idea de lo que han supuesto los cambios tecnológicos de los drones que emplea la Ertzaintza es necesario destacar que lo que comenzó con una rudimentaria cámara GoPro pegada con cinta al aparato se ha pasado a modelos que incluyen innovaciones como la de realizar infografías de alta calidad en tres dimensiones. Estas son clave a la hora de obtener pruebas periciales.

También se ha demostrado su desempeño en los rescates, por ejemplo cámaras termográficas que son determinantes para identificar focos de calor. También para otras cuestiones, como la gestión del colapso del vertedero de Zaldibar, donde fueron clave para identificar niveles de dioxinas en el aire 50 veces superior al habitual.