Es literalmente un "muro" de UAV de reconocimiento impulsados por IA, respaldados por una red de sensores, vigilancia satelital y plataformas móviles de contramedidas diseñadas para detectar e interrumpir posibles amenazas.
Las innovaciones tecnológicas en la guerra con drones se han convertido en un distintivo del conflicto, en el que estos vehículos no tripulados están desempeñando un papel fundamental.
Ucrania logra un UAV con velocidad de 200 kilómetros por hora y altitud de cinco kilómetros que ya ha reventado una veintena de los Shahed, joya de la corona del invasor.
La base de Panghyon muestra la construcción de grandes hangares y nuevos diseños de vehículos aéreos no tripulados, visibles en pistas y zonas de rodaje.
Mientras continúa la invasión rusa, el enfoque de Ucrania en mejorar la tecnología de drones refleja la creciente importancia de la guerra no tripulada.