Las claves de un terremoto que no se vio venir en Marruecos: una zona poco común y posibles réplicas

Las claves de un terremoto que no se vio venir en Marruecos: una zona poco común y posibles réplicas

"Cuanto más tiempo pase menos probabilidad de réplicas hay, pero todavía es suficientemente cercano para que se pueda producir alguna", ha remarcado un experto.

Un grupo de personas alinea los cuerpos sin vida de varios fallecidos por el terremoto en Marrakesh.EFE/EPA/JALAL MORCHIDI

La noche de este viernes un terremoto de magnitud 6,8 sacudió Marruecos y ha dejado ya más de 2.000 muertos y 2.000 heridos. Cientos de personas han pasado la noche en las calles de Marrakech, la ciudad más grande cerca del epicentro, done algunos edificios de la ciudad vieja se han derrumbado. 

Varios turistas españoles han descrito la situación en Marrakech de "caos" y "pánico" durante el temblor, que se ha sentido sobre las 23:11 (hora local) del viernes. El Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha afirmado que de los 18.000 españoles que residen en estos momentos en Marruecos, "no tenemos constancia de que haya ningún fallecido ni ninguna persona herida", ha asegurado.

"Se vivió una situación de nerviosismo, caos y pánico” y “aunque la gente al principio se bloqueó, todo el mundo salió a la calle”, ha destacado Patricia este sábado al aterrizar desde la ciudad sureña marroquí en el aeropuerto de Madrid-Barajas.

Según los últimos datos difundidos este sábado por el Ministerio del Interior marroquí, se registraron víctimas en una decena de provincias: Al Haouz, —al sur de Marrakech y cercana al epicentro—, con 542 fallecidos, seguida de Taroudant (321 víctimas mortales), Chichaoua (103 fallecidos), Ouarzazate (38), Marrakech (13), Azilal (11), Agadir (5), Casablanca (3), Al Youssufia (1) y en Tinguir (1).

Hasta esta hora los equipos de emergencias y vecinos continúan con las labores de rescate de víctimas que hayan podido quedar atrapadas bajo los escombro.

Según el Instituto Nacional de Geofísica marroquí fue la comunidad de Ighil, en la provincia de Al Haouz, a una profundidad de 8 kilómetros y concretamente a 30.961 grados de latitud norte y 8.413 grados de longitud oeste.

Una zona con pocos terremotos

Roberto Rodríguez Fernández, miembro de la junta de gobierno del Colegio de Geólogos, ha informado a ELHUFFPOST que la zona donde "más posibilidades y frecuencia de terremotos hay es más al norte de Marruecos, en la zona del Rif, que es la equivalente a las cordilleras béticas españolas. De hecho en geología hablamos de cordillera bético rifeña, que es todo el conjunto de zonas montañosas que hay en el sur de España y norte de Marruecos".

Este terremoto registrado en la zona del Atlas, sin embargo, tiene una particularidad, ya que no se ha producido en una zona en contacto de placas, sino intraplaca, es decir, que se encuentra dentro de una placa tectónica y no en el borde, según ha explicado el geólogo. Por lo tanto, "es una zona donde no es esperable que haya tantos terremotos como en el norte, pero no es descartable". 

El efecto positivo que tiene esta falla, ha agregado, "es que cuando se libera, todas sus réplicas, lo que hace es liberar esa energía y la zona se estabiliza". Así, "lo esperable es que durante un número importante de años no vuelva a ocurrir otro terremoto" en este sistema de fallas. 

Posibilidad de réplicas

Rodríguez también ha resaltado que todos los terremotos, en general, tienen réplicas. Esto se produce porque "en el mecanismo que genera un terremoto en la corteza terrestre hay una zona de debilidad, que llamamos falla, y lo que implica es que un bloque de la corteza litosférica de la Tierra se desplaza respecto a otro bloque durante un número determinado de años, que puede ser decenas, cientos o incluso miles de años, en este caso serán seguramente decenas"

"La corteza terrestre es capaz de absorber esa deformación pero en un momento determinado no puede y se rompe. Pero hay rupturas posteriores. Por ello, los normal es que haya réplicas", ha agregado. Sin embargo, "cuanto más tiempo pase menos probabilidad de réplicas hay, ya que suelen ser próximas al evento. Pero todavía es suficientemente cercano para que se pueda producir alguna", ha remarcado. 

Además, el geólogos ha destacado que se deben producir varias cosas para que los terremotos de una magnitud como esta produzcan daños catastróficos: primero, el terreno sobre el que estén asentadas las edificaciones, "un terreno arenoso genera efectos más catastróficos", pero lo más importante es la calidad de las construcciones.

El experto achaca los efectos catastróficos a esta falta de preparación de las construcciones ante los posibles seísmo en Marruecos más que a la falta de precursores o a la ausencia de marcadores geológicos que pudieran haber avisado de un temblor que llegó sin avisar. 

El sismólogo del Instituto Geográfico Nacional Itahiza Domínguez ha asegurado en el programa Hora 14 de la Cadena SER que es difícil saber cuántas replicas pueden producirse, pero también recuerda que hay terremotos de esta magnitud que generan réplicas durante semanas.

"Esas zonas son zonas de falla, son zonas tectónicamente activas. Está cerca del borde de la placa tectónica que separa África, la placa africana de la placa euroasiática y como el sur de la Península Ibérica es propensa a generar terremotos. Por lo tanto, aunque sí que es excepcional por la gran magnitud que ha tenido, por haber alcanzado 6,8, sí es verdad que es una zona donde no era de extrañar que pudieran producirse grandes terremotos", ha manifestado.

Un terremoto que, para este sismólogo y con los registros que hay, ha sido el mayor en Marruecos en más de un siglo. "Antiguamente, pudo haber habido algún terremoto mayor, pero medido instrumentalmente, este es el mayor terremoto en suelo marroquí en más de 100 años", ha asegurado.

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Ana Roca es redactora en 'El HuffPost'. Graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III, ha trabajado en la Agencia EFE y en el diario El País, donde se formó en la Escuela del periódico. Puedes contactar con ella en ana.roca@huffpost.es.