Una descoordinación judicial facilita la fuga de España del líder de la mafia que amenaza a la heredera de Holanda

Una descoordinación judicial facilita la fuga de España del líder de la mafia que amenaza a la heredera de Holanda

Amalia de Orange ha estado perseguida por los narcos, se ha escondido un año en España para ganar en seguridad y ha constatado problemas de salud mental por esa persecución. 

La princesa Amalia, el pasado día 17, en la cena de honor para los reyes españoles en Ámsterdam.Patrick van Katwijk / WireImage /Getty

La Cadena SER ha adelantado en exclusiva que Karim Bouyakhrichan, considerado como uno de los líderes más importantes de la Mocro Maffia de Países Bajos, que tiene bajo amenaza a la propia heredera del país, Amalia de Orange, ha escapado de la justicia. 

El narco marroquí fue arrestado el 24 de enero en Marbella (Málaga), un golpe que causó una enorme impresión (y descanso) en tierras holandesas. La UDEF descubrió que "había extendido sus redes gracias a la conexión con varias organizaciones de narcotraficantes asentadas en España".

La Policía Nacional llevaba cinco años tras este mafioso y por eso su caza fue explicada mucho mejor que con una nota de prensa: con una rueda, con presencia de jefes y altos mandos. Los problemas han venido, tras la alegría, por lo judicial: el 25 de enero, el juzgado de instrucción número 4 de Marbella decretó el ingreso en prisión provisional para Bouyakhrichan. Pero 53 días después ya estaba en la calle. 

"El 18 de marzo la Audiencia Provincial de Málaga dejó en libertad al líder de la Mocro Maffia, con medidas cautelares, entre ellas, la retirada de su pasaporte, la obligación de personarse en el juzgado cada 15 días y el pago de una fianza de 50.000 euros", indica la información de Javier Bañuelos.

La decisión contó con el apoyo de la Fiscalía Antidroga, pero lo hizo "ante la perplejidad de los propios investigadores", conscientes del "largo historial delictivo de este criminal con vínculos con los principales cárteles latinoamericanos, al que le llegaron a bloquear nada menos que 172 propiedades valoradas en 50 millones de euros y cerca de tres millones en cuentas bancarias".

Al malestar en los uniformados españoles se suman los temores de la Casa Real neerlandesa. Hace dos años, los reyes de los Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima, dijeron este jueves que su primogénita, la princesa Amalia, no podía salir de casa por amenazas y ya no vivía en Ámsterdam, donde acababa de iniciar sus estudios universitarios. Tanto ella como el primer ministro, Mark Rutte, habían sido puestos bajo seguridad reforzada ante el temor de que fueran objetivo de grupos del crimen organizado, después de que sus nombres aparecieran en mensajes interceptados por la policía nacional. 

Hace poco se ha sabido que la joven se trasladó a estudiar a Madrid y su cercanía con la Casa Real española, que de seguro la ha ayudado en estos meses, se mostró en la visita reciente de los reyes Felipe y Letizia a su país. La princesa acudió por primera vez como heredera a los actos de recepción. 

En cuanto Países Bajos tuvo conocimiento de la detención de Bouyakhrichan en Marbella, solicitaron una OED, una orden de extradición que recaló en el Juzgado Central de Instrucción nº 2 de la Audiencia Nacional dirigido por el juez Ismael Moreno. "Según las fuentes consultadas por la SER, el magistrado de la Audiencia Nacional cursó esa orden de extradición, pero no se activó porque la Audiencia Provincial de Málaga se negó al considerar que tenía causas pendientes en España", un delito de blanqueo de capitales.

Entonces, las autoridades holandesas enviaron a la Audiencia Nacional una ampliación de la orden de extradición. Su argumento: la "extrema urgencia "del traslado de este peligroso narcotraficante. "La Audiencia Nacional podría haber decretado una orden de detención para garantizar su extradición, pero no se hizo", constata la noticia. 

El juez Ismael Moreno decidió citarlo para comunicarle su extradición, pero lo hizo "sin imponerle ninguna medida cautelar adicional" que evitase su fuga, más aún cuando "el propio delincuente había mostrado su rechazo absoluto a acabar en Holanda". ¿Qué pasó después? Lo esperado: Bouyakhrichan no se presentó a la cita con la Audiencia Nacional. 

Desde entonces nunca más se ha vuelto a saber de él. Se ha fugado, sin dejar rastro. Ha sido ahora, tras su desaparición este mes de abril, cuando el magistrado Moreno ha dictado una orden de búsqueda y detención contra el líder de la Mocro Maffia.