Cientos de hogares siguen con problemas en el suministro eléctrico, mientras que el transporte comienza a recuperar poco a poco parte de la normalidad perdida.
Naciones Unidas rebaja su petición de fondos para este año, no porque las guerras, los terremotos o las inundaciones sean menos o haga menos daño, sino porque los países no aportan y se ciñe desesperada a lo básico: impedir que la gente muera.
Siria, Ucrania, Afganistán, Etiopía y Yemen, todos ellos castigados por prolongados conflictos actuales o recientes, copan la petición. Palestina quintuplica sus necesidades. Mientras, se alerta de que sólo se logra un tercio de lo que se pide.
El país norteafricano busca a sus desaparecidos y entierra a sus muertos por la tormenta 'Daniel', pero es complicado porque llueve sobre mojado: la guerra, los gobiernos, las milicias, la inmigración, las violaciones de derechos... Suma y sigue.
Hay todavía centenares de personas desaparecidas, mientras se espera la visita de Biden y se multiplican las preguntas sobre por qué no sonaron las alarmas.
Es ya uno los fenómenos más duraderos y con una trayectoria más larga en las últimas décadas, al recorrer más de 10.000 kilómetros desde Australia el pasado 4 de febrero y atravesar todo el Índico hasta África austral.
Al menos dos personas han fallecido y varias decenas han sido heridas. Las autoridades alertan del inminente peligro de inundaciones, crecidas de ríos y deslizamientos de tierra.
LA ONU moviliza ayuda para refugiados, alimentos y atención sanitaria, mientras que los talibanes, desesperados, garantizan que habrá "facilidades" para la entrega.
Cinco días después, algunas zonas permanecen aún incomunicadas y con cortes de suministro de electricidad, con los servicios de emergencia tratando de llegar.
Según los científicos que lo monitorizan está “en plena forma” y amenaza con aumentar su huella devastadora. Hay más de 7.000 evacuados y cerca de 2.000 casas destrozadas.
Unos pescadores captaron el angustioso momento en el que una madre delfín moribunda intentaba salvar a su cría en la laguna de Mauricio, donde hace cerca de un mes se derramaron toneladas de petróleo. Aún se investiga si este desastre natural fue la causa del fallecimiento de al menos 40 de ellos en la zona.