
Iñigo Urkullu
Iñigo Urkullu





Galicia y Euskadi votan por la continuidad
Gallegos y vascos tienen claro su futuro a cuatro años. A nivel nacional, estos resultados ni alteran ni despejan la bruma a corto plazo, pero hacer soplar el viento hacia las urnas en diciembre. Mariano Rajoy puede fumarse un puro confiado en que una nueva cita electoral le ayudará a sumar diputados. Eso, o que el PSOE estalle antes: ese escenario ya no es tan descabellado. Pedro Sánchez ve cómo su apuesta por el no es no pierde fuelle: ha conquistado a la militancia pero no a los votantes.


La clave de Podemos
Las encuestas parecen abrir espacios también para un posible Gobierno de izquierda apoyado en el Parlamento Vasco por Podemos, EHBildu y PSE con una mayoría cómoda de 40 escaños. Pero esa posibilidad se esfuma en tanto que el PSE debería explicar en clave española su posible acuerdo con el apestado Otegi.




Las razones de Urkullu
No ha debido ser fácil la decisión de la fecha electoral tomada por el lehendakari. Quizá haya también un deseo de pillar con el pie cambiado a algunos competidores. Podemos, la primera fuerza en las dos últimas elecciones, no tiene todavía candidato. EHBildu está en pleno proceso de reestructurar su programa político.









Urkullu no es Mas
Que cada uno se considere libre para sentirse catalán, vasco, español o, como el escritor Javier Marías, heredero del Reino de Redonda. Por mucho que se quiera cercar el campo, la fractura social ya se ha producido. Se ha dado paso a las emociones, y esas poco tienen que ver con la razón. Es mejor abrir cuanto antes un debate político sobre el derecho a esa consulta