Una fue atacada por el vigilante de un chiringuito de Mataró, pillado 'in fraganti', y la otra ha denunciado que fue violada en una discoteca de Sabadell.
La Audiencia Provincia de Valencia entiende que, al parecer, el relato de la cría es "pobre en detalles" y hay un déficit en la investigación que impide la condena.
El auto recoge que los tres supuestos autores de los hechos emplearon la "violencia" sobre la víctima para "conducirla a un lugar apartado" y agredirla sexualmente en "connivencia".
Ha confesado en un audio a un amigo, "de manera clara y rotunda", que no había sido agredida pero seguía con el proceso para obtener la residencia legal en España.
Los casos de Burjassot (Valencia), Pulpí (Almería) y Vila-real (Castellón) han sorprendido por su dureza, coincidencia en el tiempo y por la corta edad tanto de agresores como de algunas de las víctimas.
La primera ministra asegura que si interviene la Justicia se actuará con “todas las consecuencias”. Mientras, el ministro de Solidaridad niega los cargos.
Una segunda menor de la misma edad fue violada por uno de los hombres pero pudo escapar de la casa abandonada donde las tenían. Había quedado con ellos por Instagram.