"Soy no binarie": la población invisible que alza la voz para ser reconocida en España

"Soy no binarie": la población invisible que alza la voz para ser reconocida en España

La ley trans dejó en un limbo a las personas que no se identifican ni como hombres ni como mujeres: "Tengo miedo a perder mi trabajo si digo que soy no binarie".

Personas no binaries se manifiestan en MadridAldara ZN

Samthony descubrió que era una persona no binarie durante una asignatura sobre géneros en la universidad. "Cuando era niñe o adolescente el tema del no binarismo no era visible. No tenía ninguna palabra con la que identificarme y me sentía diferente a los demás. Como que no encajaba del todo. Y no fue hasta los veinte años cuando estudiando descubrí que era una persona no binarie", explica.

No existen datos concretos sobre el número de personas que en España se consideran personas no binaries. Es decir, que no se sienten identificades con el género masculino o femenino y que construyen su identidad al margen de la lógica binaria del sistema cisnormativo según el cual el sexo biológico y la identidad de género coinciden. 

Sin embargo, un estudio de Mastercard publicado en 2022 señalaba que casi el 10% de la Generación Z (aquellas personas nacidas desde mediados o finales de la década de los 90 hasta finales de la década de los 2000) se identifica como no binarie. Un porcentaje muy superior al del conjunto de la población, que se movía en torno al 4%.

Lo cierto es que la realidad del no binarismo ha permanecido oculta o desconocida hasta ahora para gran parte de la sociedad. De hecho, según un estudio estatal realizado también hace dos años, un 75% de las personas autoidentificadas como no binaries aseguró que tenía entre 15 y 25 años cuando encontró la primera etiqueta relativa a ello, pese a que muchos descubrieron que su género no encajaba en las categorías tradicionales desde muy temprana edad, enfrentando desafíos antes de encontrar un lenguaje y una comunidad que refleje su experiencia.

La victoria del cantante de Suiza Nemo en el festival de Eurovisión celebrado el pasado mes de mayo, abrió el debate sobre la integración de las personas no binaries. Una realidad incomprendida y censurada, de igual manera que mucho antes se trató a la homosexualidad o a la transexualidad. En este caso, sin embargo, es crucial distinguir el género de la orientación sexual para comprender a las personas no binaries. Mientras que el género se refiere a cómo una persona se identifica internamente, la orientación sexual está relacionada con por quién se siente atraída. Por lo tanto, una persona no binarie puede tener cualquier orientación sexual.

  Nemo, con la bandera que representa a los no binariesMartin Sylvest

Nemo, cuya canción hablaba precisamente del viaje interior que hizo hasta darse cuenta de que no se identificaba ni como hombre ni como mujer, tuvo que esconder la bandera que representa a su colectivo porque la organización se la tenía prohibida. "Me dijeron que no podía sacarla. Aun así, yo me la he llevado y espero que otras personas también lo hagan", aseguró en la rueda de prensa posterior a su victoria.

La bandera que Nemo portó tenía mucho simbolismo detrás. El activista de diecisiete años Kye Rowan la creó en el 2014 con los siguientes colores: amarillo para aquelles cuyo género existe fuera y sin referencia al binario, blanco para aquelles que tienen muchos o todos los géneros, morado para aquelles que sienten que su género es intermedio o una mezcla de femenino y masculino, y negro para aquelles que sienten que no tienen género.

Aunque cada vez el no binarismo tiene más presencia en el debate social, acciones como las de Nemo están ayudando a que muchas personas descubran que uno no está obligado a clasificarse como hombre o mujer. Pero todavía no es fácil. "Aunque me sentí identificade con el género no binarie cuando descubrí que existía, tuve mucho miedo para dar el paso y contarlo. No fue hasta meses después, al conocer a otras personas como yo, cuando me sentí con la seguridad de utilizar mi nombre real y mis pronombes...", cuenta Samthony a El HuffPost.

Además, tuvo que salirse de su círculo de amigos de toda la vida porque no le tomaban en serio. "La primera vez que me presenté como Samthony uno de ellos me dijo que era un nombre de perro", asegura. Y en el entorno laboral ha decidido, por el momento, identificarse como trans. "Tengo miedo de que me perjudique que diga que soy no binarie porque la mayoría de situaciones que he vivido han sido negativas y tengo que pagar el alquiler. No puedo quedarme sin empleo", dice con un tono claro de lamento. 

  Una persona ondea la bandera que representa a los no binariesGetty Images

Saúl, de 18 años, entendió que era no binarie en la pandemia. "Durante el confinamiento pasé mucho tiempo conmigo mismo y explorando muchas cosas. Aunque desde siempre he sentido que no encajaba en ninguno de los dos géneros", cuenta. El joven, que sufrió bullying en la escuela y al que le es indiferente que se dirijan a él en masculino, femenino o neutro, cree que la ignorancia sobre el no binarismo es lo que les está marginando. "La identificación sexual es más complicado de entender que la orientación. Un hombre o una mujer trans lo ves físicamente. Lo asocias a una idea o a un estereotipo. Pero ser no binario es algo mental, es algo que te da la gana. No hay nada físico que te permita identificarlo, y eso hace que a la gente le resulte más incomprensible", señala Saúl.

El estudio estatal de 2022 determinaba que precisamente los entornos familiar, educativo, sanitario y laboral, son para este colectivo los espacios más inseguros y limitantes para poder acceder a recursos materiales y afectivos para la transición y/o evolución en el género. De ahí que el 60% viera necesario reconsiderar los modelos de registro del sexo para propósitos públicos y abordar el reconocimiento de las personas no binarias como desafíos prioritarios.

  Una persona porta la bandera que representa a los no binariesNurPhoto via Getty Images

Un reconocimiento que no ha llegado. La ley trans, una norma que supone todo un avance en los derechos de las personas LGTBIQ+, dejó fuera a las personas no binaries. Varios grupos parlamentarios registraron, de forma conjunta, una enmienda a la ley que les habría permitido la mención relativa al sexo en sus documentos oficiales. Pero dicha enmienda fue rechazada. De este modo, la ley trans actualmente en vigor no prevé herramienta alguna para reconocer legalmente a las personas no binaries y el ministerio de Igualdad, ahora bajo control del PSOE, no parece estar dispuesto a dar pasos en ese sentido.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, aseguró el pasado mes de mayo que el reconocimiento de las personas no binaries "no forma parte del acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar" y sólo dio importancia a "seguir avanzando en los derechos de las personas trans y de las personas LGTBI". 

Las leyes actuales sólo obligan a España a habilitar la casilla de sexo indefinido en el Registro Central de Extranjería y para aquellas personas no binaries que tengan reconocidas esta identidad en sus lugares de orígenes. En Europa, algunos países como Alemania, Malta, Países Bajos, Austria contemplan la tercera casilla en los documentos oficiales.

"Escuchar a la ministra decir eso ha sido una decepción, pero seguiremos luchando. Por no incluirnos en esa ley no van a conseguir que desaparezcamos", asegura con rotundidad Samthony. Saúl, mientras, aplaude que la denominada Generación Z - a la que él pertenece - haya conseguido romper "las estructuras sociales impuestas". "No tenemos miedo a decir lo que pensamos o a expresarnos. Al revés, hemos conseguido abrirnos puertas a nosotros mismos al reconocernos como no binarios", concluye.

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es