El secretario de las infantas afirma que su cargo de tesorero en el Instituto Nóos era "testimonial"

El secretario de las infantas afirma que su cargo de tesorero en el Instituto Nóos era "testimonial"

EFE

El secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, ha señalado que su cargo de tesorero en el Instituto Nóos era puramente testimonial, teniendo en cuenta que ha admitido que él no sabía de cuentas, sino que, según ha asegurado, eran el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su exsocio, Diego Torres, quienes gestionaban de manera conjunta este organismo.

Así lo han informado a Europa Press fuentes jurídicas, que han señalado que durante su declaración de poco más de dos horas ante el juez que instruye el caso Nóos, José Castro, y los fiscales Anticorrupción, García Revenga ha negado que tuviera capacidad de decisión en el Instituto Nóos desvinculándose así de cualquier tipo de irregularidad que se hubiera podido cometer durante la gestión de este organismo.

En esta línea, ha insistido en que aunque formara parte de la Junta Directiva del Instituto Nóos, no tenía ningún poder de gestión, al tiempo que ha recordado que los Estatutos de la Fundación exigían que existiera un tesorero, cargo que asumió él.

LA PRESIÓN, "LO PEOR"

Preguntado a su salida de los Juzgados de Palma por cómo está viviendo estos momentos y, en concreto, la presión de los medios de comunicación desde que fuera imputado, García Revenga ha reconocido que "eso es lo peor".

Cabe recordar que García Revenga fue miembro de la junta directiva de Nóos y su nombre figura en varios de los emails aportados por el exsocio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, que revelan la labor de asesoramiento que habría llevado a cabo con el Duque respecto a su actividad empresarial, lo que llevó al juez a acordar su imputación en el marco de este complejo procedimiento judicial.

Según aseguró Torres, la labor del Instituto se realizaba más en concreto con el conocimiento de Revenga así como del asesor externo de la Casa Real y Conde de Fontao, José Manuel Romero, mientras que Urdangarin solía "consultar" con su mujer las propuestas que se abordaban en Nóos.