Josefina Samper, mucho más que la mujer de Marcelino Camacho

Josefina Samper, mucho más que la mujer de Marcelino Camacho

La sindicalista ha fallecido esta noche a los 90 años en Madrid.

EFE

Josefina Samper, activista por los derechos de la clase obrera e icono de la lucha antifranquista, ha fallecido esta noche en Madrid a los 90 años de edad, según han confirmado a Europa Press fuentes de CCOO Madrid. Fue compañera de vida y de lucha de Marcelino Camacho, pero fue mucho más que eso.

"Esta noche ha fallecido Josefina Samper, compañera de vida y lucha de Marcelino Camacho, que la tierra te sea leve. DEP", ha escrito el sindicato CCOO en su twitter.

Samper, nacida en el municipio almeriense de Fondón en 1927, comenzó a militar en las Juventudes Socialistas Unificadas a los 12 años y dos años más tarde se afilió al Partido Comunista de España gracias a un hermano de Santiago Carrillo, al que conoció durante su infancia en Orán (Argelia), a donde tuvo que emigrar con su familia en busca de trabajo.

Un día de 1944 el Partido Comunista pidió a Josefina que preparara un aperitivo para tres presos que se habían escapado de un campo de concentración. Uno de ellos era Marcelino Camacho. Se casó con el fundador y primer secretario general de CC.OO. en diciembre de 1948, y permaneció a su lado hasta el fallecimiento de Marcelino en octubre de 2010. Le acompañó en todas sus luchas. Tuvieron dos hijos, Yenia y Marcel.

Josefina, Marcelino y sus dos hijos regresaron del exilio en 1957 y se instalaron en el madrileño barrio de Carabanchel. Ella misma contó en alguna ocasión que eligió ese barrio por su proximidad a la cárcel, intuyendo el futuro que le esperaba a su marido.

Tras varias entradas y salidas de prisión en años posteriores, Marcelino Camacho fue procesado en el llamado 'Proceso 1001' en 1973, por el que toda la dirección de CC.OO. fue condenada a prisión. A Marcelino le cayeron 20 años.

En 1975, los condenados fueron indultados por el Rey Juan Carlos. Josefina esperaba a Marcelino en la puerta de la cárcel. Desde entonces pudieron vivir su vida y su lucha en favor de los trabajadores fuera de la clandestinidad.

Impulsora del asociacionismo femenino

Militante de CC.OO., Josefina Samper tuvo desde bien pequeña vocación por la lucha obrera y contribuyó con sus actividades al asociacionismo femenino.

Junto a otras mujeres comunistas y esposas de presos políticos, impulsó en 1965 el Movimiento Democrático de Mujeres —germen del movimiento femeninista—, que tenía por objetivo ayudar a mejorar las condiciones de los presos políticos.

Como militante del PCE, Samper participó en la distribución de la clandestina España Popular y trabajó de manera ingente en favor de los inmigrantes y los presos políticos.

Tras la muerte de Marcelino, su viuda, que fue galardonada con la Medalla de Andalucía 2016, siguió difundiendo el mensaje de su esposo en charlas y conferencias para que las nuevas generaciones continúen luchando por los derechos de los trabajadores.

"Lo único que quería Marcelino era el bienestar del ser humano desde que nace hasta que muere, luchando y pensando que nada se regala y que todo hay que conquistarlo. Y para conquistarlo, hay que prepararse", afirmaba Josefina en un vídeo elaborado por CC.OO. cuando fue premiada con la Medalla de Andalucía.