Todos los políticos deberían saber de senderismo

Todos los políticos deberían saber de senderismo

En la vida todos tenemos que transitar por muchos caminos, y ante posibles cruces, intentar acertar a la hora de elegir entre las distintas opciones. Son decisiones que afectan a uno mismo o a un grupo reducido de personas. Pero cuando alguien lidera un grupo, una organización, y más si esta pertenece al ámbito político, la influencia de las decisiones que toma afectan a muchas personas y es imprescindible acertar.

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En la vida todos tenemos que transitar por muchos caminos, y ante posibles cruces, intentar acertar a la hora de elegir entre las distintas opciones. Estas decisiones afectan a uno mismo y en algunas ocasiones a un grupo reducido de personas. Pero cuando alguien lidera un grupo, una organización, y más si esta pertenece al ámbito político, la influencia de las decisiones que toma afectan a muchas personas, en este caso se hace imprescindible acertar.

Durante años pertenecí a un grupo Scout, todos los veranos estando de campamento hacíamos rutas senderistas. En ellas había que decidir el camino a seguir para conseguir el objetivo de llegar al destino deseado; en esa época no había mapas ni GPS que facilitaran las cosas y el éxito dependía, en gran medida, del buen hacer de la persona que tenía el papel de liderar.

Deseo que los líderes políticos de nuestro país hayan tenido experiencias de ese tipo, ello les servirá para actuar de forma acertada en la encrucijada de caminos en la que nos encontramos a día de hoy, y sería bueno que se guiaran por alguna de las enseñanzas que nos dan esas experiencias.

En ocasiones, hay que dejar el control a un líder distinto más capacitado para el contexto y las condiciones.

No todos los caminos son iguales. Algunos discurren por montañas, otros por zonas llanas, en ocasiones por terrenos sin posibilidades de agua ni comida. Todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de emprender una ruta y, en ocasiones, hay que dejar el control a un líder distinto más capacitado para el contexto y las condiciones, cesión de liderazgo que puede ser temporal o permanente. Me viene a la cabeza un buen ejemplo político: ante los cambios que se estaban produciendo en la sociedad, Juan Carlos Rodríguez Ibarra decidió dar un paso un lado en Extremadura. Según sus propias palabras, era necesario que cogiera el relevo en el PSOE de Extremadura una nueva generación, más acorde a la nueva sociedad. Esta decisión llevó al PSOE a obtener su mejor resultado en las siguientes elecciones autonómicas.

Cuando uno camina por un sendero, a veces se encuentra con otros grupos que van por el mismo camino y que se dirigen hacia el mismo destino. En ocasiones, es acertado unirse a esos grupos para recorrerlo de forma conjunta, pero no siempre es la mejor opción. A veces se transita más rápido unidos y en otras ocasiones supone un lastre para uno de los dos grupos o para los dos. Aunque el objetivo sea el mismo, los grupos a veces son incompatibles para caminar conjuntamente.

Normalmente, cuando iniciamos un camino tomamos la decisión de cómo vamos a transitar para llegar a nuestro destino en el tiempo decidido previamente, pero muchas veces las condiciones son cambiantes e imprevisibles, lo que hace que nuestras decisiones iniciales tengan que ser cambiadas. De mantenerlas, puede que no lleguemos, y si lo hacemos, puede que sea en las peores condiciones para el grupo.

Una cosa tan trivial como el liderazgo en una ruta de senderismo nos puede dar muchas enseñanzas.

A veces, ante la duda de la decisión que tomar, hay que pararse a pensar y no precipitarse en la decisión. Este alto en el camino pudiera parecer en un principio que retrasará nuestra llegada al punto final, pero al contrario de esta percepción inicial, puede que nos lleve a nuestro destino en mejores condiciones y en menor tiempo que si nos hubiéramos precipitado. Además, es bueno que en las reflexiones se haga participe a las máximas personas posibles, escuchando su opinión y evitando prejuicios.

Los componentes de un grupo en ruta en algunas ocasiones deben guardar silencio, el ruido puede facilitar a animales al acecho detectar nuestro recorrido y nuestras intenciones, dando al traste con nuestro objetivo. También a veces cunde el pánico y el nerviosismo cuando tardamos más tiempo del esperado inicialmente, y puede que este nerviosismo nos lleve a tomar decisiones desacertadas para el interés colectivo del grupo. Un buen ejemplo de esto fue el motín que vivió Cristóbal Colón en su camino hacia el descubrimiento de América, que llevó a la tripulación a dar un ultimátum a Colón: o en tres días habían arribado a algún lugar en tierra firme o el viaje se había acabado y debían regresar por donde habían venido. ¿Alguien se puede imaginar las consecuencias que hubiera tenido para la historia si no hubieran avistado tierra en ese plazo?

Una cosa tan trivial como el liderazgo en una ruta de senderismo nos puede dar muchas enseñanzas. Espero que nuestros líderes reflexionen y consigan llevarnos a todos a nuestro destino en las mejores condiciones, pensando en el interés colectivo.

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