Lo que deberías hacer antes de comer almendras y no te han contado

Lo que deberías hacer antes de comer almendras y no te han contado

Hacerlo permite que este y otros frutos secos desarrollen todo su valor nutricional. 

Las almendras son muy buenos aliados para la salud desde el punto de vista nutricionalKinga Krzeminska

Una de las tendencias gastronómicas que más ha triunfado entre los consumidores en los últimos años ha sido la de incorporar a la dieta diaria una ración de frutos secos. Nueces, cacahuetes, pistachos, anacardos, pipas de girasol... son solo algunos de lo que muchos españoles consideran su tentempié por excelencia. 

Su aporte nutritivo y el papel que juegan en la prevención de ciertas enfermedades son las claves principales que explican porqué cada día son más y más las personas que apuestan por incluirlas en una dieta saludable. Sin embargo, como ocurre en el caso de las almendras, es importante completar un paso previo que, según los expertos, mejora significativamente su alto valor nutricional: ponerlas en remojo antes de comerlas

Los expertos en nutrición sugieren que remojar las almendras contribuye a reducir los inhibidores de enzimas o el ácido fítico, presentes en su piel, que son los culpables de que muchas digestiones sean complicadas, además de dificultar la absorción de muchos nutrientes. El remojo también ayuda a liberar fitatos, lo que favorece la asimilación de minerales como el calcio, el magnesio y el zinc, vitales para la salud ósea y metabólica.

El proceso de poner las almendras en remojo es simple y práctico: basta con ponerlas en un recipiente con agua antes de irse a dormir y dejarlas reposar durante la noche. Al día siguiente y después de enjuagarlas con agua limpia y secarlas, estarán listas para consumirlas, bien como un snack o como el ingrediente de una receta.

No obstante, hay que tener en cuenta que el sabor de las almendras remojadas se suavizará respecto a la opción seca y que su vida útil será más corta. Mientras su versión más popular asegura que se puedan almacenar durante varios meses, las almendras remojadas solo se pueden guardar tres días y en la nevera. Así que conviene hacer este proceso con pequeñas cantidades y repetirlo según sea necesario.