Marina D’Or hereda los problemas de la Hacienda Nápoles de Pablo Escobar

Marina D’Or hereda los problemas de la Hacienda Nápoles de Pablo Escobar 

"Esta situación no es nada excepcional"

Vista de uno de los elementos que decoran Marina D'Or en Oropesa del Mar.David Benito

Pablo Escobar, el histórico narcotraficante colombiano, era un amante de los animales exóticos. De hecho, en su finca Hacienda Nápoles, ubicada en el municipio de Puerto Triunfo, en el departamento de Antioquia, construyó su Arca de Noé. Un gran zoológico de 2.000 hectáreas extensión en la que se encuentran una gran variedad de animales exóticos, como hipopótamos, jirafas, elefantes, avestruces y tigres.

Tras la muerte de Escobar en 1993, los animales quedaron abandonados a su suerte, la finca cayó en el olvido y la Hacienda Nápoles se convirtió en un lugar peligroso. Además, el impacto ambiental del zoológico del narcotraficante en un entorno natural como es el de la selva tropical que la rodea.  Los hipopótamos, en particular, se convirtieron convertido en una plaga: son muy agresivos, pueden dañar los cultivos y sus excrementos contaminan el agua y el suelo.

Tres décadas después y a muchos kilómetros de distancia, al otro lado del Atlántico, el municipio castellonense de Oropesa del Mar vive una situación similar a la que tuvo que afrontar el gobierno colombiano cuando tomó posesión de la finca de Pablo Escobar y empezó a rehabilitarla: qué hacer con los animales del resort familiar, Marina D'Or que en los años 90 se promocionaba como 'Ciudad de Vacaciones'. 

Según El Periódic, es habitual encontrarse animales deambulando por las calles del entorno de la urbanización. En su día, un vídeo que corrió como la pólvora en redes sociales, mostraba como los pavos reales de Marina D'Or campaban a sus anchas por Oropesa del Mar. Es algo habitual, incluso cuando el parque está oficialmente cerrado. Según las autoridades locales, estos animales tienen la capacidad de sortear las vallas que rodean el área o, en el caso de los pavos reales, simplemente volar por encima de ellas.

"Esta situación no es nada excepcional", explicaban entonces fuentes municipales. "A pesar del cierre temporal del parque por motivos de mantenimiento, los pavos reales y los patos tienen una rutina establecida. Visitan el parque por la mañana para alimentarse y luego se aventuran por otras zonas de la localidad".