Nace el 'hot bedding': compartir cama con un desconocido a cambio de dinero

Nace el 'hot bedding': compartir cama con un desconocido a cambio de dinero

Un estudio de la University of Technology de Sydney sugiere que "una proporción considerable de los 'hot-beddders' tienen dificultades financieras".

Dos personas que comparten camaGetty Images

Tiempos desesperados urgen medidas desesperadas. La crisis derivada de la covid-19 y la posterior guerra en Ucrania está haciendo que en algunos hogares estén tomando algunas medidas con las que ahorrar algo de dinero para afrontar el mes. En esta línea, una mujer australiana, Monique Jeremiah, tuvo una idea. 

Esta se denomina hot bedding. Consiste en un tipo de alquiler poco habitual. Y es que cada vez se estila más una práctica que consiste en arrendar el lado de la cama que el propietario tenga sin utilizar. 

La llegada del coronavirus y la amenaza de los confinamientos le pilló sola en su casa. Y esta mujer, de 36 años, le propuso a su expareja, con la que mantiene una "buena amistad", que pasara ese período en su casa. "Sólo le dije: 'Si no quieres estar solo durante la covid, ¿quieres que alquilemos algo juntos?", explicaba al periódico australiano 7news.

De esta manera, ambos aprovecharon la oportunidad y pasaron el confinamiento en compañía. Sin embargo, no era un alquiler habitual. En vez de tener cada uno una habitación de la casa, cada inquilino tenía un lado de la misma cama. "No estábamos interesados en el sexo ni en una relación", detalla Jeremiah, quien asegura ver esta situación como "una transacción comercial"

En situación de vulnerabilidad

Un estudio de la University of Technology de Sydney (UTS) sugiere que en el país australiano son miles los estudiantes internacionales que hacen uso de una cama de estas características. De los 7.000 encuestados, más de 200 alquilaban camas disponibles sólo para unas horas. 

Si, de forma representativa, se extrapola a los "758.154 estudiantes internacionales en Australia en diciembre de 2019, equivale a unos 22.750 estudiantes alojados en camas calientes", detallan. Asimismo, detallan que los hallazgos de su estudio "sugieren que una proporción considerable de los hot-beddders tienen dificultades financieras y se encuentran en una situación vulnerable", explican en el texto. 

De hecho, en España ya se hablaba de personas que dormían en camas calientes hace años. Ya en 2006, el estudio de Inmigración y vivienda en España ya recogía esta realidad que vivían, sobre todo, las familias migrantes. 

Pero el Libro Blanco sobre la situación de las mujeres inmigrantes en el sector del trabajo, publicado en 2022, del hogar subraya que hay trabajadoras que, a día de hoy, también viven esta realidad