Rise of the Ronin, el camino del samurái

Rise of the Ronin, el camino del samurái 

Llega a PlayStation 5 un gran videojuego de acción y mundo abierto, con un sistema de combate contundente y una detallada recreación del Japón del siglo XIX. 

Rise of the RoninTeam Ninja

Cuando hablamos de Team Ninja, hablamos de acción, de juegos trepidantes donde el combate supone el centro de todo. Este equipo de desarrollo japonés está detrás de aclamadas series como Ninja Gaiden, Dead or Alive y Nioh, por mencionar alguna de sus obras. Su más reciente entrega, Wo Long: Fallen Dinasty, se lanzó hace más de un año, y ahora, de forma exclusiva para PlayStation 5, Team Ninja nos ofrece la oportunidad de explorar el Japón del siglo XIX en Rise of the Ronin, uno de sus proyectos más ambiciosos.

La historia arranca con fuerza y presenta numerosos giros argumentales a medida que el jugador avanza, así que no entraremos en detalles para no destripar momentos clave que el juego nos ofrece. Sin embargo, sí podemos señalar que Team Ninja nos sitúa en 1863, cuando las naves negras occidentales atracan en Japón, que se encuentra bajo el dominio del shogunato Tokugawa. La tensión política se siente en las calles y la sociedad se encuentra en un estado de caos. En este contexto, encarnamos a un ronin, un samurái sin señor que, por razones que no delataremos, debe seguir el rastro de un enigmático personaje conocido como 'El Demonio Azul'.

Bajo este contexto histórico, seguimos la narrativa ficticia de dos jóvenes que sobreviven al aniquilamiento de su aldea por parte de las fuerzas del shogunato, para ser posteriormente entrenados como asesinos. Los Gemelos de la Espada, como se les conoce, representan un lienzo en blanco que te permite personalizarlos a través de un detallado editor de personaje, antes de embarcarnos en una peligrosa misión: infiltrarse en los Barcos Negros estadounidenses y eliminar al comodoro Matthew Perry. Este intrigante comienzo sienta las bases de lo que es Rise of the Ronin, introduciéndote rápidamente en la acción sin rodeos.

Team Ninja sabe perfectamente por qué hemos venido a Rise of the Ronin, y es por disfrutar de un combate que no defrauda en absoluto. Desde un primer momento, y en base a esa personalización a la que hacíamos referencia anteriormente, se nos descubren diferentes formas de luchar dependiendo de los distintos tipos de arma y de posturas con las que desafiar a cada enemigo. El bloqueo de los ataques del rival es un elemento fundamental en el baile de espadas que se crea en cada combate, y detener esas arremetidas, esquivar y contraatacar se convierte en la rutina divertidísima y fundamental de cada enfrentamiento. La clave en todo momento es cansar el adversario, quebrarle su postura y entonces atacar. Para ello, el juego te da múltiples herramientas, que incluyen en este caso también armas de medio y de largo alcance como estrellas ninja o armas de fuego.

Aquí es donde vemos más de Nioh en este Rise of the Ronin, pero no es la única característica en la que se ve reflejado. El mundo abierto, que en este caso tiene clarísimas reminiscencias a otra saga emblemática como lo es Assassin’s Creed, ofrece un sistema de progresión con multitud de misiones secundarias donde ir acumulando experiencia que solo se consolida al descansar en ciertos lugares, casi como si de un Dark Souls se tratara. Pero el juego de Team Ninja no pretende ser tan complicado como sus referentes, pues hay hasta selector de dificultad para que se adapte a todo tipo de desafíos.

Pero en lo relativo a este mundo abierto y su exploración, por momentos Rise of the Ronin se ve opacado por ciertos elementos típicos de los juegos más extensos: un mapa al estilo Ubisoft repleto de íconos para completar, una excesiva cantidad de botines que ofrecen mejoras menores y poco significativas en las estadísticas y la inevitable sensación de que, al igual que una serie de televisión que se extiende más allá de lo necesario, habría sido una propuesta mejor valorada si hubiera sido más breve. Si Team Ninja hubiera empleado sus afiladas catanas para eliminar los elementos superfluos que restan valor al juego, Rise of the Ronin podría haber destacado por sus virtudes en lugar de verse mermado por sus excesos. Quizás cuestión de gustos.

Rise of the RoninTeam Ninja

La experiencia con el mando en la mano, sin embargo, es muy agradable, y supone el mayor motivo para adentrarse en una aventura que usa de telón de fondo personajes históricos relevantes y un contexto interesantísimo para elevar la diversión a otro nivel. Porque no solo del combate vive el juego. El gancho, en particular, jugará un papel fundamental en esta odisea japonesa. Pero también el caballo para recorrer todo el territorio o el planeador para relajar la acción y ofrecer minijuegos divertidos y un desplazamiento más fluido.

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

Rise of the Ronin fusiona escenarios históricos impresionantes con la maestría de su combate, un correcto diseño RPG y dando como resultado un juego cautivador desde su principio. Jugarlo con amigos lo hace aún más entretenido. Llama la atención su detalle y el mimo por trasladarnos a ese Japón del siglo XIX. El título brilla cuando se mantiene fiel a sí mismo y explota su combativa y buena jugabilidad; pero en ocasiones parece perderse en su propia incertidumbre. Pese a ello, es una propuesta que ningún fan del género puede perderse. Siempre es buen momento para enfundarse en la piel de un auténtico ronin.