Hallan la relación entre el buen olfato y las amistades

Hallan la relación entre el buen olfato y las amistades

Esto está muy relacionado en cómo las emociones también responden como estímulos químicos.

Amigas riendo sobre el césped.Maskot

Más allá de servirnos para orientarnos o para conocer nuestro entorno. El sentido del olfato también es fundamental a la hora de socializar. Así lo han demostrado varias investigaciones, que incluso relacionan este sentido con la capacidad de hacer más o menos amigos.

Un estudio de China publicado en 2016, establece que las personas con mayor capacidad olfativa tienen mayor número de relaciones sociales. "Encontramos una correlación positiva entre el tamaño de la red social y la sensibilidad olfativa", concluyen en la investigación.

"Una posible explicación es que los participantes con mayor sensibilidad olfativa podrían ser más sensibles al olor corporal de los demás y podrían obtener más señales químicas sociales, que ayudan a la comunicación social", explican.

En este sentido, un reciente estudio publicado en 2023 en la revista Chemical Senses puso en valor lo que puede explicar esta mejora en las relaciones sociales. Según los resultados de esta investigación, se pueden percibir mediante el olfato emociones como el miedo o la ansiedad y esto puede repercutir además en cómo nos sentimos.

Este aumento de las relaciones sociales se explica, además de por poder detectar las emociones ajenas, también por asociarnos a las personas más parecidas a nosotros genéticamente. 

El sentido del olfato se puso en relieve especialmente tras la pandemia de la covid-19, que hizo que muchas personas perdieran su capacidad de oler determinados estímulos tras la infección. 

Un estudio de 2023 estimó que el 11,7% de los adultos europeos infectados por Omicron tuvieron algún grado de disfunción olfativa. "Las personas con pérdida del olfato pueden terminar perdiendo formas importantes pero subconscientes de comunicarse con los demás", señalan en la revista Scientific American. 

Esto se debe a que, aunque las expresiones gestuales o verbales se pueden cambiar, los estímulos químicos y olfativos no. "Puedo reírme aunque esté triste o agresivo, pero no puedo cambiar intencionalmente mis mensajes químicos. Es la única información en la que puedes confiar", señala a la citada revista Bettina Pause, psicóloga biológica de la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf en Alemania.