Los doctores de la dieta de los 12 kilos del rey emérito

Durante los últimos el rey Emérito, Juan Carlos I ha sido noticia por su regreso -uno más- a España, con el objetivo de competir en las regatas de este fin de semana en Sanxenxo. Como es habitual cada vez que el exjefe del Estado vuelve a España, las reacciones no tardan en aparecer, y esta vez no ha sido diferente.

La polémica en torno a sus regresos 'a casa' sobrevuela desde hace tres años -cuando se mudó a Abu Dabi- a la Casa Real, provocando situaciones tensas y que no son nada cómodas para su hijo y actual rey de España, Felipe VI, que tiene que ver como la opinión pública se muestra, en líneas generales, muy crítica con las visitas de su padre a nuestro país.

Esta vez, a diferencia de otras ocasiones, ha habido algo que ha llamado especialmente la atención de todo el mundo y ha sido su apariencia física. A sus 85 años y bastón en mano, el que fuera rey desembarcó en Sanxenxo para entrenar con su embarcación de cara a la gran cita de estos días. Y lo hacía visiblemente más delgado y, pese a los achaques propios de la edad y a las múltiples operaciones a las que se ha sometido, "en buenas condiciones", tal y como asegura una de las personas de confianza del Emérito a El Español.

Pero, ¿a qué se debe el cambio físico de Juan Carlos I?

Según informan las dos personas que mejor lo conocen, Manuel y Mikel Sánchez, médico y traumatólogo, respectivamente, del rey desde hace décadas. Ambos han asegurado que Don Juan Carlos ha estado tremendamente motivado con su participación en las regatas de 6mR, algo que se ha tomado muy en serio y por lo que ha tenido que ponerse a punto, llegando a perder hasta 12 kilos desde que se trasladó al país asiático.

"Manuel Sánchez le manda los menús de forma semanal para que le ayuden en su entrenamiento para la Copa del Mundo, como un verdadero deportista de élite. En la casa tiene cocinero propio, así que no tenía problemas en cocinar lo que el médico le pedía desde Barcelona", dice el amigo de Juan Carlos a El Español.

La salud del rey, en entredicho durante la última década por los diferentes episodios de operaciones, caídas y todo tipo de infortunios que le han obligado a pasar por el quirófano varias veces, es un asunto que preocupa mucho a sus más allegados, debido a la herencia familiar en términos médicos.

Por este motivo y debido a su avanzada edad, el cuidado personal y médico se vuelve imprescindible si quiere continuar compitiendo en las regatas de forma anual y mantener una vida plena y funcional, algo que, como ambos médicos indican, está cumpliendo a rajatabla y que no ha pasado inadvertido para nadie.