#HayQueEcharlos para cambiar Europa

#HayQueEcharlos para cambiar Europa

REUTERS

Durante las dos sesiones de debate de la moción de censura, se han puesto sobre la mesa las vergüenzas del actual Gobierno del PP. No ha sido la primera vez, pero sí unas de las más contundentes. Tampoco hemos descubierto nada que no supiésemos y no sufriésemos desde hace años. Pero tanto en las vibrantes intervenciones destituyentes lanzadas desde las tribunas de Unidas Podemos, como en las decadentes réplicas de Mariano Rajoy y de quienes le mantienen en su cargo desde la supuesta "oposición", hemos asistido al descrédito absoluto de un Gobierno débil, carcomido por los recortes y la corrupción, y sin un proyecto de país más allá de agitar la bandera de la estabilidad. Una estabilidad basada en repartir la miseria entre las mayorías, robar para las minorías, resistir y seguir tirando. Todo esto se sintetiza en la famosa frase "Luis, sé fuerte", tan marianista.

Nos encontramos ante la misma ausencia de proyecto que caracteriza hoy a la prima mayor de la Gran Coalición en Bruselas. En el Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo, los líderes y partidos hermanos de PP, PSOE y C's siguen mirando para otro lado ante las diferentes crisis y desafíos que atraviesan Europa desde hace ya una década. El proyecto europeo de la UE está en crisis y Europa en disputa, pero las élites europeas proponen más de lo mismo, como Mariano, mostrando su aislamiento en una torre de marfil neoliberal. Abono para el malestar social que siembra xenofobia y repliegues excluyentes por todo el continente. Lo más parecido a una propuesta estratégica que hemos escuchado en los últimos tiempos, vía el Libro Blanco del presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, es un posible ajuste menor de velocidad en la integración europea para añadirle más gasto en seguridad y defensa, obviando las desigualdades territoriales, el paro o las consecuencias del festín financiero a nuestra costa.

La verdadera #MarcaEspaña son concertinas, desigualdad y corrupción.

¿Y qué pintamos en todo esto? ¿Qué papel asume Rajoy en las reuniones de presidentes y jefes de Estado del Consejo Europeo? ¿Qué proponen para Europa y España las y los diputados del PP en el Parlamento Europeo? Resumiendo: aplicación de las recetas de austeridad y recortes que dicta Merkel y el resto de élites conservadoras y neoliberales europeas. El perfil bajo y tecnócrata y la ausencia de liderazgo de Rajoy que sufrimos a escala estatal tiene un correlato directo en la política exterior española, especialmente en la europea. Hace años que España no pinta nada en la escena política internacional, que se limita a acatar y practicar el más sumiso de los seguidismos. No busquemos iniciativas originales, posicionamientos independientes, criterio propio o propuestas rompedoras. Porque no las hay.

La semana que viene se reúne el Consejo Europeo en Bruselas. No busquemos al día siguiente en la prensa frases destacadas de Rajoy. No las habrá. Con leer el resumen de lo que digan los demás, sabremos lo que opina España. A diario compruebo con tristeza en el Parlamento Europeo que hoy España solo es referente en paro, desigualdad y en la gestión policial de las migraciones, la verdadera #MarcaEspaña son concertinas, desigualdad y corrupción. Esta ausencia de propuestas y liderazgo que caracteriza la política europea del gobierno de Rajoy es inadmisible para el que, por población y PIB, ocupa el cuarto puesto en importancia de los 28 Estados miembros.

Los retos y debates están sobre la mesa. Necesitamos un Gobierno y una sociedad a la altura de los desafíos. Tenemos que apostar por el cumplimiento de los Derechos Humanos y el derecho internacional en materia de asilo y refugio en las fronteras europeas. Comprometernos con la lucha contra el paro, la exclusión social y la desigualdad entre generaciones, regiones, mujeres y hombres. Combatir el dumping social y la evasión fiscal; que se oponga a la pérdida de derechos y soberanía que suponen acuerdos comerciales como el TTIP o el CETA. No ceder al chantaje de las grandes empresas multinacionales ni de las élites financieras y poner los servicios y bienes públicos por delante de las deudas ilegítimas. En un momento de crisis del proyecto europeo, con el auge de de la extrema derecha, el aumento de la desigualdad territorial y social es imprescindible construir una Europa en la que "nuestras vidas valgan más que sus beneficios" buscando alianzas con otros países y movimientos sociales.

El Gobierno de Mariano Rajoy no lo hará. Es más, lleva años haciendo todo lo contrario, limitándose a aplicar las políticas que otros le dictan. Son patriotas con empresas en Panamá y Suiza. Vaciadores profesionales de soberanía popular. Esquilmadores de derechos. Han construído una #MarcaEspaña de corrupción, desigualdad y concertinas. Otro motivo más para echarlos, conseguir construir otra Europa.