Te han dicho que la calle es peligrosa. Te han dicho que la noche es peligrosa. Que los riesgos de encarar lo público se intensifican con la oscuridad y la soledad. Y tal vez tienen razón, o tal vez no tanto, o tal vez tienen razón ante determinadas circunstancias. Y tal vez eso es parte del encanto: sales a ver la ciudad que, por alguna razón, no deberías ver. ¿Cómo se ve esa ciudad?