Las asociaciones de pensionistas convocantes denuncian que mientras algunas comunidades bajan impuestos, las pensiones mínimas y no contributivas son “de miseria”.
Casi seis meses después de que se firmara el protocolo de buenas prácticas, los mayores, aunque reconocen avances, denuncian que continúan fuera del sistema bancario y temen que la situación se agrave con el nuevo impuesto extraordinario.
Hay quien no sabe, quien no puede, quien no tiene ayuda... Los bancos siguen negando a los ancianos trámites presenciales para superar la brecha tecnológica.