Como casi siempre sucede, nos pensamos que hemos inventado las cosas y que eso de quedar el domingo para tomar una cervecita es algo reciente. Pero como se puede ver en este artículo, no es así. Nuestros prehistóricos ya se reunían para celebrar quién sabe qué y disfrutar del inigualable primer sorbo de cerveza. Nos parecemos más de lo que pensamos a nuestros ancestros. ¿O no?