La gran autopista del agua del norte de España que intentan copiar en las zonas más secas del sur

La gran autopista del agua del norte de España que intentan copiar en las zonas más secas del sur

Con una longitud de 160 kilómetros, se presenta como un modelo de eficiencia y sostenibilidad en el suministro de agua.

Vista del río Pas a su paso por la localidad cántabra de Puente Viesgo.JMN/Cover

En tiempos de sequía, como la que viven algunas regiones de España y en las que se ha obligado a restringir el consumo en algunos municipios, la búsqueda de soluciones para garantizar el suministro de agua se antoja como la única salida para atajar los problemas que se derivan de la escasez de lluvia y que sitúa las reservas de los embalses situados en las zonas más secas en niveles preocupantes. 

No obstante, en lo que respecta a una gestión más eficiente de los recursos hídricos en España, las regiones más secas y las más húmedas tienen todavía espacio para mejorar, poniendo en práctica los proyectos que sí funcionan en determinadas áreas. Como ocurre con la Autovía del Agua de Cantabria, una infraestructura que ahora se presenta como un ejemplo a seguir para las regiones del sur de España en las que ya se haya declarado una situación excepcional por sequía.

Con una longitud de 160 kilómetros, la Autovía del Agua es un extenso acueducto subterráneo que se extiende de este a oeste a lo largo de Cantabria, que ha transformado la gestión hídrica en el norte de España y, por otro lado, se presenta como un modelo de eficiencia y sostenibilidad en el suministro de agua. 

Esta monumental infraestructura, iniciada en 2004 con un costo estimado de 180 millones de euros, conecta todas las cuencas hidrográficas de Cantabria a lo largo de su costa, desde Unquera hasta Castro Urdiales. El sistema permite la transferencia de agua entre los diversos valles de la región, adaptándose a la demanda a lo largo del tiempo.

La Autovía del Agua no solo se limita a unir las cuencas hidrográficas, sino que también cuenta con ramales perpendiculares que se conectan con redes secundarias de abastecimiento en la región, incluido el bitrasvase Ebro-Pas-Besaya. Este último facilita el almacenamiento invernal de agua en el embalse del Ebro, brindando la posibilidad de satisfacer la demanda estival a través de la interconexión con la Autovía del Agua. Sin embargo, cabe destacar que el agua del Ebro, al pertenecer a una cuenca hidrográfica diferente, debe ser devuelta en caso de excedentes en los ríos de la cuenca cantábrica.

El proyecto, concebido para abordar los desafíos estivales de abastecimiento de agua en la costa oriental de Cantabria y la zona de Santander, ha logrado distribuir la presión de la demanda de manera equitativa. Esto se ha vuelto especialmente crucial con el notable incremento poblacional y la consecuente mayor demanda durante los meses estivales en estas áreas. La finalización de la obra en noviembre de 2016 marcó un hito importante, cuando el municipio de Camargo se incorporó a la red, completando así la conectividad de la Autovía del Agua.