Mireia Vehí (CUP): "Sánchez y Díaz van a tener que elegir, autodeterminación o regalar su país a la ultraderecha"

Mireia Vehí (CUP): "Sánchez y Díaz van a tener que elegir, autodeterminación o regalar su país a la ultraderecha"

Entrevista a la diputada y candidata del partido independentista catalán: "Si ganan PP y Vox, el catalán está en peligro".

Mireia Vehí.SERGI GONZÁLEZ / EL HUFFPOST

Cuando toda España reaccionó como Àngels Barceló al anuncio del presidente del Gobierno de convocatoria de elecciones para el 23 de julio, los partidos políticos se pusieron en marcha para movilizar sus maquinarias electorales de cara a tan señalada fecha. 

En algunas formaciones, sin embargo, este proceso es más complejo. En la CUP, por ejemplo, primero tienen que decidir si se presentan o no. Lo hicieron a principios de junio, en asamblea, y un 60% se mostró a favor. 

El partido independentista y anticapitalista catalán quiere seguir teniendo influencia en el Congreso de los Diputados y busca mejorar los resultados del año 2019, cuando consiguieron dos escaños por Barcelona. 

Ahora, a esos dos asientos quiere sumar uno más, por Girona, lista en la que su número uno será Mireia Vehí (Vilafan, 1985), quien ha sido en la última legislatura portavoz de la CUP en la Carrera de San Jerónimo. En un contexto de crecimiento de las posiciones conservadoras, no deja de ser un reto para este partido. 

Hace unas semanas decidieron en asamblea volver a presentarse a las generales, ¿cuál sería un buen resultado el 23J?

Nosotras hemos hecho una apuesta para mantener los dos diputados de Barcelona y conseguir el diputado de Girona. Yo misma voy como cabeza de lista de Girona, soy gironina de siempre. Y para nosotros un buen resultado es poder sacar los tres diputados, es decir, uno más del que teníamos, porque además en Girona nosotros en el 2019 nos quedamos a unos 2.000 votos y el diputado se lo llevó Unidas Podemos. Pensamos que después de esta legislatura, con una timidez, por no decir cobardía, con ciertos temas como Melilla, como la Ley Mordaza y como el reparto de los fondos europeos a las grandes corporaciones; hay mucha gente que está muy decepcionada.

Pese a la abstención, que castigó principalmente al independentismo en las últimas elecciones, ¿confían en conseguirlo?

En las municipales hubo mucha atención en Cataluña. Esto afectó al independentismo, pero pienso también que parte del independentismo está haciendo una reflexión que es si nos va a ir mejor en los próximos años con diputados independentistas en el Congreso o nos va a ir peor. Y está claro que sea cual sea el resultado en las Cortes Generales y quien gobierne en Moncloa, es imprescindible que haya diputados independentistas impertérritamente convencidos de que el régimen del 78 sólo puede destruirse por medio de la autodeterminación como única forma democrática para vivir en nuestro país. De 12 millones de personas que hay en los països catalans, casi cinco están gobernados ahora mismo por la derecha y por la extrema derecha. Por lo tanto, pienso que hay una reflexión cada vez más más amplia de que es imprescindible, a pesar de cierto descontento y de cierta frustración, que diputados y diputadas que defiendan la independencia, el feminismo y el socialismo son imprescindibles en este Reino de España en el que cada vez es más complicada la defensa de los derechos.

"La Mesa de Diálogo tiene que certificar su fracaso, que es una etapa pasada y que hay que hablar de referéndum"

¿Qué balance hace de estos cuatro años en el Congreso ahora que la legislatura ha llegado a su fin?

A nosotros nos parece que la legislatura pasada fue, desde una perspectiva independentista, una legislatura en el que la estrategia a ERC y del PSOE fracasó. El PSOE le prometió a ERC cosas como el traspaso de la gestión de los fondos europeos, el traspaso de Cercanías, la defensa del catalán en las principales plataformas audiovisuales. Y esto no ha pasado. Además de una mesa de diálogo que no ha tenido resultados tangibles. Por lo tanto, desde una perspectiva independentista, la pasada legislatura fue el fracaso de una estrategia de diálogo que no ha funcionado. Y además, la pasada legislatura también fue la legislatura de los muertos en Melilla, de la no derogación de la Ley Mordaza, del traspaso de los fondos europeos a las grandes corporaciones, de la no prórroga del decreto que garantiza que a las familias vulnerables se les alargaba el contrato de alquiler. De hecho, hoy [por el pasado miércoles] Meritxell Batet ha hecho unas declaraciones diciendo que hay muy pocas familias que no puedan pagar el alquiler. Y esto yo creo que es vivir en otra dimensión o bien legislar para la patronal inmobiliaria. Le dijimos a Pedro Sánchez y a ERC en la investidura que nosotros no confiábamos en la mesa de diálogo, pero que si eso funcionaba, seríamos los primeros en rectificar y los hechos nos han dado la razón. La mesa de diálogo no ha funcionado, el PSOE ha resultado ser parte del problema en la resolución democrática del conflicto nacional y no ha habido una política de izquierdas con la necesidad que hay en la situación económica de la población. 

¿Ha sido ingenua entonces ERC al creerse al PSOE? 

Yo creo que ha tenido una lectura equivocada. Es decir, ERC no supo aprovechar bien, se erigió como único negociador de Cataluña con la fuerza que le daba el Tsunami Democràtic y las protestas de las sentencias, la cogió y no la usó para nada. Nosotros hemos interpelado sistemáticamente a ERC a que dejara de querer representar como partido las demandas democráticas de nuestro país y esto no ha sido así. ERC ha querido tirar con este apoyo parlamentario al PSOE y nosotros pensamos que ha sido una estrategia equivocada y que ha fracasado. Y a los hechos nos remitimos.

¿Cuál sería un éxito de la mesa de diálogo para ustedes?

Nosotros pensamos que la mesa de diálogo tiene que certificar su fracaso, que es una etapa pasada y que hay que hablar de referéndum. 

  Mireia Vehí, durante la entrevista.SERGI GONZÁLEZ / EL HUFFPOST

¿Qué le parece que, por ejemplo, Sumar hable de la posibilidad de establecer una consulta? 

Mira, la semana pasada los Comunes en Cataluña dijeron que llevarían un referéndum en su programa electoral y a las seis horas Yolanda Díaz salió a negarlo. Además, en El Objetivo defendió la autodeterminación del Sáhara, pero negó la autodeterminación de Cataluña. Así que nosotros pensamos que los Comunes, o se diferencian de Sumar y de su dinámica madrileña, que no parece que vaya por aquí la cosa, porque, por ejemplo, en Barcelona Jaume Asens ha desaparecido, una persona con un perfil soberanista de las listas y Lilith Verstrynge, una persona madrileña que nunca ha pisado Cataluña, va de cuatro y parece que los Comunes no están librando esa batalla. Pero, o se posicionan en una lógica genuinamente catalana, o no es útil para la situación que hay en Cataluña. Porque lo que no puede pasar es que decida Madrid. 

"Todo el mundo habla de guerra cultural con la derecha y la extrema derecha, y la guerra cultural se gana y se enfrenta con derechos"

¿Cuál es el objetivo de la CUP para esta legislatura?

En primer lugar, defender propuestas políticas que los movimientos populares de contestación, como el 15-M, el procés y el feminismo han puesto en el sentido común. Defenderlos en una dinámica política de involución y de autoritarismo hasta que la marea de los movimientos nos permita volver a avanzar y que las propuestas estén más adelante. Que haya una voz anticapitalista, independentista, feminista y antirracista en el Congreso de los Diputados en un momento de corriente autoritaria es imprescindible. Y además, cambiar de fase. Los catalanes y las catalanas quieren cambiar de fase. Los valencianos y las valencianas, y la gente que vive en las Islas Baleares también va a querer cambiar de fase, porque los gobiernos de progreso han abierto la puerta a la derecha y a la extrema derecha. Y por lo tanto, nosotros queremos hablar de autodeterminación de nuestro país.

¿Cómo ven las elecciones del 23 J al margen de su partido?

Vemos que, cogiendo los números, parece que el resultado va a ser un resultado conservador. Y nos preocupa, no sólo porque pudiera haber un gobierno del PP con VOX, que es un problema democrático de primer orden, porque lo primero que han hecho, por ejemplo en al País Valencià y Las Illas es atacar el catalán, atacar los derechos de las mujeres y atacar los derechos de la comunidad LGTBI. Pero además nos parece que si el PSOE y Sumar tuvieran la mínima posibilidad de gobernar, o desmontan el régimen del 78 tal como está y encaran con seriedad la cuestión de la monarquía, de la autodeterminación, y del Poder Judicial, o lo único que harán será alargar la agonía. Porque todo el mundo habla de guerra cultural con la derecha y la extrema derecha, y la guerra cultural se gana y se enfrenta con derechos. Esto quiere decir más feminismo, autodeterminación, políticas antirracistas, políticas que controlen precios y le digan a la gente que su vida importa. Porque si no el atropello democrático que pasó, por ejemplo, con la irrupción del Tribunal Constitucional en un pleno del Congreso para que no legislara cómo los magistrados iban a gestionar sus mandatos, va a ser sistemático. El PSOE está perdiendo la guerra de posiciones que tiene en el Estado. La derecha y la ultraderecha tienen copado el Estado. 

Por lo tanto, ante esta situación, ante la corriente de fondo europea ultra autoritaria y ultraconservadora, ante una Unión Europea que está dispuesta a tratar como opciones legítimas a los partidos de extrema derecha europeos. Ante todo esto, o se hace política profundamente de cambio, o se mira de frente al Poder Judicial, se habla directamente de autodeterminación y se permite que en els Països Catalans se vote el futuro que quiere su gente, o se defienden los derechos feministas, o se plantea un principio ético antiracista en la frontera, o tarde o temprano van a llegar. Y cuanto más tarden, más poder van a tener.

¿Facilitarán la investidura de Sánchez si fuera necesario y siempre que se produjera un vuelco en las encuestas, que favorecen a la derecha?

No parece que haya un vuelco en las encuestas o al menos las tendencias no son estas. Nosotras lo hemos dicho muy claro: si es por la CUP no va a haber un gobierno del PP y Vox en el Estado español, pero nosotros no lo hacemos para salvar al PSOE. Nosotras lo hacemos para garantizar los derechos de nuestro pueblo y esto es autodeterminación. Y Pedro Sánchez va a tener que escoger, si regalar su país a la derecha o a la extrema derecha, o apostar por los derechos fundamentales, que son la única vía de hacer este Reino de España mínimamente democrático. Va a tener que elegir. Y Yolanda Díaz también. 

"Si es por la CUP, no va a haber un gobierno del PP y Vox en el Estado español, pero no lo hacemos para salvar al PSOE"

Bueno, él ya ha dicho que no.

Pues está en su tejado. Porque fíjate que en los sitios donde la derecha y la extrema derecha tienen menos representación es en aquellas zonas donde el movimiento independentista está fuerte: País Vasco, Cataluña, Galicia. A la derecha y a la extrema derecha se la para con propuestas y con derechos. Y los movimientos independentistas son un dique de contención de la corriente autoritaria. O sea, que va a tener que elegir si quiere conservar su silla o quiere abrir un proceso democrático y constituyente en su país, que es el único que nos puede garantizar que esto no acabe siendo Polonia o no acabe siendo Hungría.

Si, como parece por las encuestas, no hay un vuelco y gobierna la derecha con la ultraderecha, ¿está en peligro el catalán?

Totalmente. Vox está obsesionado con el catalán y el PP ha tirado de catalanofobia, no sólo en esta legislatura. Aznar era el rey de la catalanofobia. Hay una obsesión por la diferencia, hay una obsesión por la unidad de España y hay una obsesión por la lengua catalana. Y por eso el PSOE va a tener que elegir. Porque no abrir la autodeterminación como posibilidad es comprar el marco de la derecha y la ultraderecha de una España estrecha, de una España monocolor, de una España triste y de una España que machaca la diferencia y persigue los derechos lingüísticos, políticos y civiles de los pueblos. 

  Mireia Vehí, durante la entrevista.SERGI GONZÁLEZ / EL HUFFPOST

¿Qué conclusiones han sacado de los resultados de las elecciones municipales?

Nosotras hemos captado el mensaje. A la CUP le ha ido muy bien en Girona y en comarcas gironinas, pero no le ha ido bien en el área metropolitana de Barcelona. En Tarragona nos hemos quedado fuera y en Lleida nos hemos quedado fuera. Y hemos captado el mensaje de que el independentismo está cansado de palabras vacías. Hemos captado que si los medios públicos no apuestan por una presencia normalizada de la esquerra independentista y de la CUP, la gente te vota menos porque no te ve. TV3 decidió que la CUP no estaría en los debates en Barcelona. No estaría en el debate de Lleida tampoco. Y esto tiene un impacto. Por lo tanto, mensaje captado y no solo en casa de la CUP, sino también espero que en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales.

Y también creo que otra de las conclusiones potentes es que allí donde el municipalismo no actúa o no opera sólo en clave electoral y lleva muchos años trabajando, es ahí donde se consiguen los mejores resultados electorales. Por lo tanto, mensaje recibido, nos ponemos a trabajar en clave independentista, en clave socialista, en clave feminista y nos ponemos a trabajar también para construir con más empeño la unidad popular. Porque además, si viene un ciclo ultraconservador, la unidad popular, el movimiento popular organizado es fundamental para sobrevivir a un ciclo en el que estamos convencidas que els Països Catalans van a sufrir seguramente en mayor medida que otras zonas del Estado español, porque Vox va directo a por nuestros derechos políticos, lingüísticos y civiles.

"Sumar va a tener que explicarle a la gente en qué se diferencia del PSOE"

Hablando de unidad popular, la gran novedad de las elecciones es Sumar. ¿Qué le parece este movimiento?

Bueno, nosotros al principio lo mirábamos con esperanza, porque siempre es positivo que haya gente al otro lado, partidos de izquierdas convencidos de la defensa de los derechos fundamentales. Fíjate que nosotros veníamos de la legislatura en la que vimos a Podemos votar a dos magistrados ultraconservadores en el Tribunal Constitucional. Vimos a Podemos no levantar la voz por la cuestión de Melilla. Vimos a Podemos avalando la no derogación de la Ley Mordaza. Nos pareció que Sumar podía abrir un canal de izquierdas y sensible con la autodeterminación, pero pensamos que este no está siendo el camino de lo que estamos viendo de Yolanda Díaz. Pensamos que el proyecto es tímido. Pensamos que la negación de la autodeterminación no lleva a buen camino. Pensamos que las propuestas centradas en el trabajo y en las jornadas laborales están bien, pero se necesita más. Pensamos que Sumar debería explicarle a sus votantes qué va a hacer si gobierna con el PSOE, porque si va a mimetizarse con el PSOE, esto no le sirve a la gente. Lo que hemos visto en la pasada legislatura es que es cuando Podemos se mimetizaba con el PSOE, perdía todo el mundo. Por eso es tan importante que un partido como la CUP esté, porque nosotros hemos hecho de tensor a la izquierda sistemáticamente. Por lo tanto, Sumar va a tener que explicarle a la gente en qué se diferencia del PSOE.

¿Cree que va a pasar eso?

No lo sé. No estoy en la Ejecutiva de Sumar.

  Mireia Vehí, durante la entrevista.SERGI GONZÁLEZ / EL HUFFPOST

¿Cree que el PP se va a resistir a meter a Vox en su gobierno si consigue ganar?

Creo que la irrupción de Vox en la vida política normalizada y en el Congreso ha hecho virar todos los planteamientos políticos a la derecha. Los del PP, los del PSOE, los del espacio político de la izquierda española. Noto como si los espacios políticos estuvieran amedrentados, miedosos de no estar a la altura del listón que pone Vox. Y pienso que esto es una mala noticia, porque a la guerra cultural se la enfrenta con más guerra cultural. Por lo tanto, es posible que el PP, si no tiene los votos suficientes, tire de Vox. También es posible que haya la famosa gran coalición que siempre de planea por los análisis, tertulias y tertulianos. Que sería, seguramente, lo que al régimen le iría mejor. Veremos qué hace cada cual y cuáles son los resultados electorales. Porque me parece que que la campaña que está planteando el PSOE, que es o Pedro Sánchez o Vox, no contribuye a abrir el debate político, a que haya diversidad, a hablar de políticas de izquierdas concretas. Porque el PSOE, haciendo esto, ya es de izquierdas per sé. Y esto no es cierto. Al PSOE se le tiene que evaluar por las políticas concretas que ha hecho en la pasada legislatura. Y creo que no es un buen negocio, porque si la amenaza es que viene el lobo, pienso que la gente está cansada ya de grandes títulos y amenazas y grandes cosas que están vacías.

El miedo a Vox no funciona entonces, ¿no?

Yo creo que el miedo a Vox no moviliza ilusión, no moviliza transformación, no moviliza proyecto. Lo que moviliza es que haya una alternativa política. Esto moviliza el voto. Porque el sentido del voto de mucha gente se decide por cuestiones casi inexplicables en ciencia política: cuestiones emocionales, cuestiones de intuiciones. Y si la intuición es el miedo, si la intuición es que viene un ciclo en el que no va a quedar ningún derecho, pues es posible que alguna gente vote por miedo, pero también es posible que haya gente que diga 'es que me estáis tomando el pelo, porque mientras vosotros gobernabais, la política migratoria en Melilla era seguramente muy parecida a la que haría Vox y por lo tanto yo lo que espero es que me digáis que tenéis una alternativa política, que tenéis un proyecto alternativo'. Que yo pienso que esto sí tiene el independentismo y esto sí tiene la izquierda independentista, por ejemplo. Y pienso que ni el PSOE ni Sumar se hacen un favor, ni a ellos ni a la gente de su país que espera que no gobierne la derecha y la ultraderecha sólo hablando del miedo a que venga el lobo.

"El miedo a la ultraderecha no nos puede llevar a la parálisis y a decir vale, pues voy a votar lo menos malo"

¿Y no puede ser que la derechización de los partidos políticos se haya producido también en la sociedad? ¿No ha calado el mensaje de la ultraderecha?

Bueno, aquí sí. Yo creo que la corriente de fondo autoritaria no solo afecta al Congreso de los Diputados, sino que afecta a toda Europa y por lo tanto también a las opiniones y a los sentidos comunes de la gente que vive en el Reino de España. Pero esto no es un fenómeno meteorológico, esto pasa por algunas cosas y seguramente tiene que ver con el circuito mediático español. Tiene que ver con la naturalización de opciones de extrema derecha en los medios de comunicación españoles y también catalanes. Tiene que ver, por ejemplo, con que en el Congreso de los Diputados haya acreditados periodistas de extrema derecha y no periodistas de extrema izquierda. Tiene que ver también con que los espacios políticos planteen batallas culturales. Por ejemplo, en el Congreso, cuando salía Santiago Abascal a relacionar violaciones con migración, se le contestaba poco. Y yo recuerdo que nosotros le contestábamos sistemáticamente para decirle, 'oiga, señor Abascal, el problema que tiene las mujeres son el género masculino, es decir, estos chavales agreden porque son chavales, no porque son migrantes'. Y esto pasa poco. O pienso que también a la extrema derecha se le está regalando, en términos feministas, el enfado de los hombres. Y por ejemplo, en el debate del 'sí es sí', nosotras tratamos de politizar esa cuestión, de decir que la masculinidad no se le puede regalar a la extrema derecha. El feminismo tiene que batallar. Esto es batalla cultural. Y esto, seguramente, si se hubiera hecho desde más voces y desde más espacios y desde más medios, la guerra cultural no sería la que es. Si el PSOE y Podemos, en vez de votar magistrados ultraconservadores en el Tribunal Constitucional, se plantan y dicen vamos a tocar el Poder Judicial español porque es un problema para todos los españoles, seguramente los sectores ultraconservadores no tendrían tanto poder.

Hace unos días explicó que lleva seguridad privada para caminar por Madrid. ¿Ha sufrido algún incidente por la calle últimamente?

A nosotras lo que nos pasa es que cada vez que en la sala de prensa del Congreso un periodista de extrema derecha decide señalarnos, a nosotras y a otros portavoces, pero yo lo explico desde nuestra sensación y desde nuestra vivencia. O cada vez que en el atril nosotras señalamos a organizaciones de extrema derecha, esta gente activa una dinámica de señalamiento en las redes sociales, de hostigamiento por todas las vías online que tienen, que son muchas. Y ahí se abre un escenario incierto, porque tú no tienes la certeza de cómo esto impacta en la calle y los resultados electorales de las elecciones municipales nos dicen que esto impacta en la calle. Y por lo tanto, cuando nosotras denunciamos que HazteOir nos enviaba muñecos de fetos porque estábamos defendiendo el derecho al aborto, ahí empezó, por ejemplo, una dinámica de hostigamiento brutal. O cuando nosotras señalamos a Desokupa como una mafia de extrema derecha que utilizaban los gobiernos de extrema derecha y muchas veces con la connivencia del cuerpos policiales públicos, ahí se activó una una dinámica de  amenazas de muerte, de sé donde vives yvoy a acabar contigo, bla bla bla. En Instagram, en Twitter y demás. No se sabe nunca cuál es el impacto real y además, en una ciudad como Madrid, con con un gobierno conservador, con el PP más conservador del Estado español, que lleva 20 años, no sólo haciendo políticas neoliberales, sino también siendo indulgente con las organizaciones de extrema derecha, con los medios de extrema derecha, incluso financiándoles; tú no sabes qué te depara. Tú no sabes qué pasa cuando sales del Congreso y caminas por Madrid.

¿Tiene miedo?

Hombre, la extrema derecha da miedo. Porque la extrema derecha tiene unos planteamientos que van contra la vida, van contra los derechos de la gente común y claro que dan miedo. Que den miedo no quiere decir que políticamente la respuesta no deba estar y que la respuesta tampoco tiene que ser ingenua. Está bien decir que dan miedo, porque a la gente le dan miedo, pero también está bien explicar que la forma de que no den miedo es que el mundo en el que les toque vivir sea el mundo de los derechos. Es decir, el miedo no nos puede llevar a la parálisis y a decir vale, pues voy a votar lo menos malo. El miedo tiene que llegar hasta un sitio en el que la gente diga vale, voy a construir otro país, porque ésta es la forma en el que esta gente no tenga espacio posible.

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