Descubierta la fortaleza más antigua del mundo en Siberia

Descubierta la fortaleza más antigua del mundo en Siberia

El hallazgo desafía la visión tradicional de que los asentamientos defensivos solo se llevaron a cabo a raíz del surgimiento de sociedades agrícolas.

La fortaleza se haya sobre el río Amnya, en Siberia.NIKITA GOLOVANOV

Arqueólogos de la Universidad Libre de Berlín han descubierto la que se ha catalogado como la fortaleza más antigua del mundo en Siberia, datada de hace 8.000 años. 

Los resultados, publicados en la revista Antiquity, dan muestras de que cazadores y sociedades humanitarias primitivas realizaron el asentamiento de Amnya, al oeste de la mencionada Siberia; una fortaleza con la arquitectura monumental propia que da cuenta de la importancia de la agricultura y de la ganadería para levantar asentamientos en zonas estratégicas y, por ende, que se desarrollasen estructuras sociales complejas y diversificadas. 

"Este hallazgo remodela nuestra comprensión de las sociedades humanas primitivas, desafiando la idea de que sólo con el advenimiento de la agricultura la gente habría comenzado a construir asentamientos permanentes con arquitectura monumental y habría desarrollado estructuras sociales complejas", reza el comunicado emitido en relación a este estudio titulado 'El promontorio fuerte más antiguo conocido del mundo: Amnya y la aceleración de la diversidad de cazadores-recolectores en Siberia hace 8000 años'.

De acuerdo Tanja Schreiber, arqueóloga del Instituto de Arqueología Prehistórica de Berlín y coautora del estudio, tal y como recoge Europa Press, pudieron establecer que Ammya es el lugar más antiguo del mundo a raíz de los exámenes arqueológicos en la zona, donde se recogieron muestras para "la datación por radiocarbono, confirmando la edad prehistórica del sitio". 

Un nuevo replanteamiento de la formación de sociedad complejas

El descubrimiento abre una nuevo paradigma sobre la visión tradicional de que los asentamientos monumentales solo surgieron con sociedades agrícolas. El hallazgo refuta la idea de que la agricultura y la ganadería son fundamentales en la formación de estas estructuras defensivas y requisitos previos para la complejidad social. 

Y es que la investigación señala que los habitantes prehistóricos pescaban en el río Ammya y cazaban alces y renos con huesos, piedras y lanzas. Para conservar sus excedente de aceite de pescado y carne, llevaban a cabo cerámicas elaboradamente decoradas.