El súper submarino español que nació de las acusaciones de plagio con Francia

El súper submarino español que nació de las acusaciones de plagio con Francia

El sumergible ocasionó la ruptura de una alianza entre España y Francia en materia de defensa.

El submarino S-81 (Isaac Peral) en Cartagena.Europa Press via Getty Images

La Armada Española puede presumir del S81 Isaac Peral, el primer submarino de la clase S-80, la cual no ha estado exenta de polémica desde que se optara por la fabricación del primero de esta clase dadas las acusaciones de plagio de Francia con el Scorpène, la embarcación hispano-francesa.

Tanto España como Francia se encargaron de desarrollar de manera conjunta el Scorpène para su primer cliente, Chile, que adquirió dos unidades en 1997 y las recibió entre 2005 y 2006. Izar -nombre de la actual Navantia- y DCNS -conocida hoy como Naval Group- se repartieron la construcción del submarino, una dinámica que también se repitió con el encargo posterior del gobierno malayo. 

El origen de la disputa 

El tercer encargo fue por parte de la India. El gobierno de este país compró seis Scorpène, pero a diferencia de otras ocasiones, las embarcaciones fueron fabricadas directamente en India. 

La disputa surgió después de que el país galo no aceptase las condiciones de la Armada Española para su fabricación, que partía con el claro objetivo de mejorar cualitativamente el sumergible. Esta negativa a dar un salto de calidad de la embarcación, de acuerdo a las palabras del analista y consultor en defensa, Carlos Delgado, recogidas por Infobae, supuso que España se lanzara a la puesta en marcha del S-80 para cumplir con estos estándares. 

En un principio, ambos proyectos coexistieron, pero fue en la primera década de este siglo cuando España ofreció a Turquía el S-80 en detrimento del Scorpène, que también aspiraba a la licitación. Ante ello, Naval Group inició una campaña de desprestigio, sosteniendo que "la versión española del Scorpène francés era una copia, cuando este siempre había sido un proyecto y diseño hispano-galo", sostiene Delgado en el citado medio. 

Una pugna que acabó en los tribunales

La pugna acabó en el Tribunal Internacional de Arbitraje después de la denuncia de plagio presentada por Francia; una acusación que, de acuerdo al experto, España negó dado que el Scorpène funcionaba mediante la propulsión diésel-eléctrico, mientras que la embarcación española tuvo desde sus inicios una AIP, es decir, funciona a través de hidrógeno producido en el propio submarino.

El fin definitivo de esta alianza tuvo lugar en 2010, cuando ambos países rompieron su acuerdo. Naval Group de Francia se quedaría en exclusiva con el Scorpène mientras que Navantia seguiría apostando por el S-80.