La prensa francesa alerta de los crepes de París: los guardan en alcantarillas

La prensa francesa alerta de los crepes de París: los guardan en alcantarillas

El ayuntamiento parisino ha reconocido la existencia del problema.

Un puesto de comida ambulante parisino que vende crepes, en una imagen de archivoEdward Berthelot / Getty Images

Falta menos de un año para que los Juegos Olímpicos se celebren en París. La ciudad francesa se llenará de aficionados al deporte y turistas y, a buen seguro, muchos de ellos optarán por probar uno de los populares crepes de la ciudad de la luz. El alimento se compone de una tortita muy fina de harina, leche y huevos que se suele servir enrollada con algún elemento dulce o salado en su interior.

Sin embargo, las personas que acudan a París tendrán que elegir muy bien a quienes le compran esos crepes, ya que tal y como ha desvelado el periódico local Le Parisien, hay vendedores ambulantes que desempeñan su actividad incurriendo en “prácticas sanitarias peligrosas”, según ha reconocido el ayuntamiento de la capital gala.

En concreto, el consistorio parisino ha admitido que tiene conocimiento de que algunos de esos vendedores ambulantes guardan la masa de los crepes en uno de los lugares más insalubres que pueden existir: las alcantarillas.

El mencionado medio de comunicación detalla que las incidencias detectadas en este sentido se han localizado en los puestos que se encuentran en el parque que rodea a la mítica Torre Eiffel. La policía francesa ha precisado que los lugares elegidos por los vendedores para guardar la mezcla líquida de los crepes son la parte posterior de las tapas de la vía pública, los agujeros del alcantarillado o las arquetas.

También se almacenan en alcantarillas otros productos

Asimismo, las autoridades galas han señalado que más allá de los crepes, en estas ubicaciones también se almacenan otra clase de productos, como las mazorcas de maíz, las bebidas o la carne.

Los responsables del distrito parisino en el que se ubica la Torre Eiffel han indicado a Le Parisien que “en cada intervención, los policías incautaron y destruyeron 30 kg de mercancía. Durante la semana del 11 al 16 de septiembre incautaron 380 botellas de agua, 50 de vino, 200 de cerveza y 90 mazorcas de maíz”.

En consecuencia el teniente de alcaldía de París, Nicolas Nordmanque, también en declaraciones al medio francés, no ha dudado en lanzar una clara advertencia a los turistas que visitan París: “Debemos advertir a los consumidores potenciales, a menudo turistas, de la peligrosidad de los productos a la venta, porque es un auténtico problema de salud pública”.