La sentencia de la OCU: estas son las mejores torrijas del supermercado 2024

La sentencia de la OCU: estas son las mejores torrijas del supermercado 2024

Para llegar a una conclusión tenido en cuenta la información nutricional, los ingredientes y una prueba de degustación.

Torre de torrijasGetty Images

Es imposible pensar en la Semana Santa y que no nos venga a la mente la imagen de unas ricas torrijas, ¿verdad? Las torrijas son, sin duda, uno de los dulces de Semana Santa por excelencia. Cada maestrillo tiene su librillo, pero tradicionalmente, se elaboran de forma casera a partir de una rebanada de pan duro bañadas en leche aromatizada (con canela y naranja), posteriormente rebozada en huevo, frita y espolvoreada con azúcar.

Ahora bien, no se puede poner en duda que como las torrijas de la abuela o de mamá no sabe ninguna. Pero la falta de tiempo hoy en día ya sea por el trabajo, el cuidado de los niños, o las pocas ganas de pasar tiempo en la cocina, hace que cada vez más personas se animen a comprarlas en el supermercado.

Por ello la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado las de varios supermercados españoles para saber cuáles están a la altura, pues son productos que en su mayoría se venden congelados.

En busca de las mejores torrijas de supermercados

En concreto, han analizado las torrijas que se venden en Ahorramás, Alcampo, Carrefour, Casa Eceizal, El Corte Inglés y Mercadona. Para ello han tenido en cuenta el etiquetado, la información nutricional, el uso de aditivos, la calidad de las grasas y los azúcares empleados. Y a eso se ha sumado un análisis de parte de un equipo de expertos pasteleros, que según establece la OCU han ayudado a determinar cuál es la mejor de las opciones, tanto por calidad como por su sabor.

El análisis ha determinado que la mejor torrija se puede encontrar en Mercadona, siendo la mejor valorada en la degustación por su "buen equilibrio entre sabores y aromas y adecuada jugosidad". Desde OCU señalan también que se trata de una torrija rica en grasas y azúcares y que incluye aditivos.

A la torrija de Mercadona le sigue la de Casa Eceiza, una torrija jugosa y con un agradable recuerdo a caramelo. Aunque en su contra juega que es la más cara de todas las opciones y, al mismo tiempo, la que menos se parece a una torrija clásica.

De la torrija de Carrefour, destacan que es la más económica y al mismo tiempo la que tiene los niveles más bajos de grasa y azúcar, sin perder jugosidad.

Además, la OCU también señala que la torrija de El Corte Inglés es la única que no incluye ningún aditivo.

Sin embargo, como señalan en el análisis, del resto de las torrijas la mitad son secas, rígidas, tienen olores artificiales o falta de sabor. Lo que ha hecho que la mitad de los productos hayan suspendido la prueba de degustación.

Puede que ninguna se acerque al sabor de una torrija casera, pero además puede salir más caro que hacerlas en casa. Según la OCU hacer una torrija en casa puede costar unos 0,5 euros, mientras que las torrijas de supermercado se sitúan entre los 1,4 y los 2,8 euros cada una.

En qué fijarse al elegir una torrija del supermercado

Según la OCU al ser postres con ingredientes muy sensibles, como la leche o el huevo, es importante seguir unas recomendaciones.

• Temperatura de conservación: Asegúrate de que se conserva en frío. No compres nunca en el supermercado este tipo de postres a temperatura ambiente. Si es congelado, asegúrate de descongelarlo en casa de manera adecuada.

• Atención a las fechas de consumo: Una gran parte de las torrijas se venden congeladas con fechas de caducidad de casi un año, sin embargo, otras vienen con fechas muy cortas, de varios días. Hay que estar atentos, y escoger aquellas que tengan suficiente fecha, para poder consumirlas en casa sin problemas.

• Fritura adecuada: Evita los colores marrones y elige las torrijas de tonos dorados.

El origen de la torrija

En España el término “torrija” aparece en el siglo XV como tostada con miel y huevos. También Lope de Vega hace referencia a este postre en infinidad de sus obras: “Si haciendo torrijas andan, serán para la parida” (La niñez de San Isidro, 1622).

Curiosamente, del siglo XV al XVIII, era un plato que se le daba a las mujeres que acababan de parir, ya que, al llevar leche, se pensaba que su consumición favorecería a que la mujer fabricase más y mejor leche para su bebé. Por esto era típico comer las torrijas en nacimientos, pero no durante la Semana Santa. No fue hasta cuando los ingredientes que componían esta receta se abarataron, que las torrijas dejaron de ser algo especial y ya no se consumían en los nacimientos.

Ganaron popularidad durante la Semana Santa debido a que sus ingredientes eran de los pocos que podían consumirse en época de ayuno, y es por esto que actualmente son un postre típico de esta festividad.