Un pueblo fronterizo de Portugal llama la atención de jubilados españoles

Un pueblo fronterizo de Portugal llama la atención de jubilados españoles

Los precios y el entorno del enclave son los dos puntos más valorados.

Panorámica desde la zona donde se encuentra el pueblo por el que se decantan los jubilados españoles en Portugal.ZU SANCHEZ

España tiene la frontera terrestre más larga con Portugal, país que alberga algunos de los lugares con más encanto y más visitados del mundo. Lisboa, Oporto o Coimbra son algunos de los destinos predilectos de los turistas de todo el orbe... Pero para los jubilados que quieren pasar una temporada en el país luso, el objetivo está claro, según informa Infobae.

Se trata de una localidad que se encuentra en el extremo oriental de la sureña región del Algarve. Su nombre: Vila Real de Santo Antonio. Se trata de una ciudad contruida en 1774 por el Marqués de Pombal sobre las ruinas del anterior asentamiento, que fue arrasado hasta los cimientos por el gran terremoto de 1755, que devastó casi todo el país.

En el centro del municipio se encuentra una gran plaza con un obelisco en memoria del rey Don José I, decorado con azulejos blancos y azules que forman una estrella y que se extiende hacia las tiendas y restaurantes que allí se encuentran. En esa zona es donde se celebran los festivales y grandes eventos de Vila Real.

Respiro para el bolsillo y naturaleza

Pero si por algo han puesto el ojo los jubilados españoles en este rincón es sin duda por sus precios. Una casa con dos habitaciones se encuentra en torno a los 700 euros de alquiler en una zona muy cercana al mar y las tiendas. Algo que sin duda contrasta con otras urbes de la región, donde los costes son más elevados.

Además, Vila Real se encuentra muy cerca de la ciudad de Faro, donde se pueden encontrar hospitales públicos y privados y un aeropuerto internacional en apenas 30 minutos en coche.

Los amantes de la naturaleza también estarán en el lugar indicado, ya que durante su estadía podrán visitar la Mata Nacional das Dunas, un paraje que se compone de un bosque costero de pinos y dunas con senderos para hacer senderismo o pasear en bicicleta y que llegan hasta el pueblo de Monte Gordo.

El paseo discurre junto a un hermoso tramo de playa con bandera azul, de arenas blancas y suaves. Dado que Vila Real está rodeada de agua por tres lados, es el refugio perfecto de canales, marismas y salinas para que los amantes de las aves puedan observar especies como la cigüeña blanca, los flamencos y la cigüeñuela durante todo el año.