Lo que podemos aprender de Brad y Angelina sobre la reconciliación después de un divorcio

Lo que podemos aprender de Brad y Angelina sobre la reconciliación después de un divorcio

¿Es posible que algunas parejas vuelvan pese a las circunstancias que les llevaron a pedir el divorcio? La respuesta es: quizás.

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El suyo fue uno de los divorcios más sonados, pero ahora Brad Pitt y Angelina Jolie han vuelto a ser noticia por otro motivo: según apuntan los rumores, vuelven a estar juntos. De acuerdo con TMZ, fuentes cercanas a la pareja aseguran que la noticia de una posible reconciliación es falsa, citando como primer motivo las acusaciones de Jolie sobre el supuesto maltrato infantil de Pitt. Tras investigar el caso, las autoridades absolvieron a Pitt de esos cargos. Pero, aun así, parece que el daño ya está hecho, al menos en lo que concierne a la pareja Jolie-Pitt.

En cualquier caso, ¿qué ocurre con el resto de la gente envuelta en un divorcio? ¿Es posible que algunas parejas vuelvan pese a las circunstancias que les llevaron a pedir el divorcio? La respuesta es: quizás.

Incluso en los matrimonios más fuertes, las parejas tienen que enfrentarse a ciertos obstáculos en el camino (Brad y Angie incluidos). Y entre esos obstáculos puede haber desde problemas en el trabajo hasta baches financieros, pasando por aburrimiento e infidelidades. La forma en que una pareja supere (o no) estos problemas (u otros) depende de lo sólidos que sean los cimientos que han construido previamente. Cuando las cosas se ponen feas, puede que las parejas necesiten profundizar y llegar hasta la base para sobrevivir. Si te estás planteando casarte, ya sea ahora o en el futuro, es imprescindible que construyas una base fuerte antes de que surjan los problemas, no después.

Aunque asesoro a mis clientes sobre cómo pueden salir de un matrimonio que no les funciona, también me gusta adoptar un enfoque proactivo y enseñarles los pasos que deben seguir para construir (la próxima vez) un matrimonio más fuerte y satisfactorio. Por desgracia, los hábitos de un matrimonio saludable no son intuitivos. Es decir, uno no nace sabiendo cómo interactuar con su pareja de modo que funcione como unidad y sin que ninguno pierda su independencia.

Si te estás planteando casarte, lo primero que tienes que entender es que no puedes cambiar a nadie, así que deja de intentarlo.

En mi último libro, The Pre-Marital Planner (to stay happily married), hablo sobre lo que se necesita para construir unos cimientos estables para un matrimonio feliz y ofrezco ejercicios para las parejas que se embarcan en este viaje para ayudarlos a lograrlo. Si te estás planteando el matrimonio, el primer concepto que tienes que entender es que no puedes cambiar a nadie, así que deja de intentarlo. Si no te gusta tu pareja como es, déjala. Ahora. Casarse no curará tu insatisfacción. En cambio, el matrimonio sólo lo empeorará. Si hay factores de estrés añadidos, como dificultades económicas y problemas con la familia política, seguro que surgirán otras preocupaciones, así que desde hoy deberías prepararte para esa posibilidad.

Si ves una bandera roja, presta atención, porque tu intuición suele ser certera. El tiempo de noviazgo, aunque sea un momento de emoción y esperanza hacia el futuro, también es un momento para mantenerte alerta y cuidar tus propios intereses, no sólo los de tu pareja. Es maravilloso poder dar, pero si sientes que tu pareja se está aprovechando de ti o te estás preparando para que esto pase, o si crees que tu pareja no es sincera, tienes que abordar estas cuestiones antes de dar el "sí, quiero". Da prioridad a tu pareja, pero no a costa tuya.

Para protegerte de esta forma, tienes que quererte. No puedes sentir eso por alguien (lo cual debe darse en un matrimonio sólido) hasta que no te quieras completamente y te aceptes incondicionalmente, con defectos incluidos. Si por casualidad tu pareja te critica y señala lo que cree que está mal en ti, deberías tener muy en cuenta ese comportamiento. Sé honesto con lo que escuchas, tanto en boca de tu pareja como en tu cabeza.

Del mismo modo, sé sincero con tu pareja y contigo mismo sobre tu trayectoria. Todos tenemos heridas del pasado, hasta de nuestra infancia. Los amores pasados y los problemas familiares están entre las principales causas. No proyectes ese bagaje en tu pareja. En su lugar, trata de lidiar con ello. Coméntalo con tu pareja y, si es necesario, con un profesional de la salud mental. Luego habla con tu pareja sobre cómo te sientes y cómo puedes curar las heridas del pasado. Ábrete y sincérate. Desnúdate. Y, cuando la expresión fluya, la verdad te liberará.

En cuanto a los Jolie-Pitt, sólo ellos saben su verdad. Independientemente de si al final deciden divorciarse o quedarse juntos, deseo que tanto ellos como sus hijos se sientan a gusto.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano