Rusia entra en crisis sanitaria
La escasez de vacunas hace saltar las alarmas.
Al margen de su guerra contra Ucrania, el presidente de Rusia, Vladímir Putin se enfrenta a otro problema: la escasez de vacunas. El país está sufriendo la expansión de varias enfermedades debido que muchas personas quedan sin vacunar.
Una de las afecciones que más está afectando al país es el sarampión, una enfermedad vírica muy grave y contagiosa que puede afectar a cualquier persona, aunque es más común entre los niños. Los casos de sarampión, que solo puede curarse con vacunas, han crecido exponencialmente en Rusia.
Según recoge el medio Iltalehti, entre enero y septiembre de 2023 hubo 300 veces más infecciones de sarampión que en el mismo período del año anterior. Y, según la Organización Mundial de la Salud OMS, los casos han seguido aumentando a lo largo de 2024.
"La escasez se debe probablemente a que la capacidad de producción de la vacuna rusa no es suficiente y no hay vacunas extranjeras disponibles", añade Lev Averbaj, médico jefe entrevistado por el medio ruso Izvestija. Esta problemática afecta especialmente a las regiones más remotas de Rusia.
También los niños se han visto tremendamente perjudicados. El proyecto Jesli Byt Totšnym, que se centra en los problemas más sociales de Rusia, ha detallado que, en 2022, hasta el 97% de los niños de seis años habían sido vacunados contra el sarampión. Al año siguiente, la cifra había caído al 73%, un porcentaje lejano al 95% necesario para conseguir la protección recomendada.
Posibles causas
El Servicio Federal de Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumido (Rospotrebnadzor) considera que la causa de este fenómeno proviene del extranjero, de personas que llevan el sarampión a Rusia desde otros países.
Durante 2023, se observaron casos de sarampión de un grupo de la población romaní y las comunidades religiosas que son reacias a la vacunación. Asimismo, las autoridades sanitarias rastrearon el origen de los brotes locales de sarampión hasta Tayikistán. Putin, por su parte, asegura que los culpables de esta situación son los cerca de cinco millones de refugiados ucranianos que hay en Rusia.
También la pandemia del COVID ha jugado un papel determinante en la escasez de vacunas. Durante ese periodo, los sistemas de atención sanitaria se vieron sobrecargados y se interrumpió el funcionamiento de las organizaciones de vacunación. Como resultado, millones de niños se quedaron sin las vacunas necesarias.
