El descabellado y peligroso plan para que este instrumento musical jamás llegara a existir

El descabellado y peligroso plan para que este instrumento musical jamás llegara a existir

Su creador llegó a sufrir atentados para evitar que fabricara este maravilloso objeto

El saxofonista John Coltrane, en 1955, en New York, New York.Getty Images

En una escena de la comedia Prime (Secretos compartidos, en su versión española), la maravillosa Uma Thurman se ríe del guapísimo Bryan Greenberg porque no le suena de nada la música que están escuchando de fondo en casa de ella. “¿En serio no conoces a Coltrane?”, le pregunta ella atónita. Hasta que cae en la cuenta de que es una cuestión generacional. Ella tiene, en su papel en esta cinta, 37 años mientras que él tiene 23.

En efecto, hubiera sido claramente un pecado capital que el mejor saxofonista de la historia, John Coltrane, no hubiera podido tocar nunca In a Sentimental Mood. Es más, que nunca hubiera llegado ni siquiera a tocar el saxofón. Cosa que hubiera ocurrido si se hubieran salido con la suya el gran grupo de opositores que tuvo el inventor de este instrumento, Adolphe Sax. Este belga, fabricante de instrumentos musicales, creó el primer saxofón en 1848. Pero no le resultó fácil patentarlo por la feroz competencia que tenía alrededor.

Aunque ahora parezca inédito, incluso absurdo, sus competidores se organizaron en una sociedad con al fin de evitar que prosperara su invento. Cuentan que llegaron a atentar contra él, muriendo uno de sus ayudantes. Y que ya no sabían qué hacer para pararle los pies. Le atacaban con la fuerza y con la palabra. Escribían artículos poniéndole verde y cuestionando su trabajo. Lo llegaron a despedir y a prohibir que se usara su instrumento en las representaciones públicas.

Pero, finalmente, Sax se salió con la suya. Logró ganar todos los juicios contra él y logró por fin que se reconociera el saxofón, aunque casi le cuesta no sólo la vida y la salud, sino también la ruina. Sin embargo, logró fabricar unos 20.000 entre 1843 y 1860, con la ayuda de casi un centenar de empleados leales.

Como curiosidad, por si no los sabían o no lo han imaginado ya al leer este artículo, el nombre del instrumento proviene del apellido de su inventor, “Sax”, y de “fono” (que significa “sonido” y proviene del griego phonos. Así que, cuando volvamos a escuchar In a Sentimental Mood, o cualquier otra cánción interpretada por Coltrane, acuérdense de que lo que están escuchando es, textualmente, "el sonido de Sax", tan imprescindible para el jazz y los que somos adictos a él.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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