Por qué es una malísima idea amenazar a tus hijos con los regalos de los Reyes

Por qué es una malísima idea amenazar a tus hijos con los regalos de los Reyes

Usar el chantaje nunca es buena idea, especialmente cuando no vamos a cumplir esa amenaza.

Regalos de los Reyes Magos.Getty

La cercanía de la Navidad es una fecha perfecta para recordar a los padres algunas de las formas de dirigirse a sus hijos para intentar que cumplan con sus tareas o para que se porten bien que no aconsejan nada los pedagogos. Sin embargo, hay expresiones que son un clásico desde hace generaciones cuando se acerca el momento de recibir los regalos navideño. Se trata esas, tan generalizados, que implican una amenaza o un chantaje, como, por ejemplo, “si no te portas bien, los Reyes Magos te traerán carbón” o “como no estudies, seguro que no te trae regalos Papá Noel”.

Muchos progenitores no te dan importancia a utilizar este tipo de amenazas para intentar poner en vereda a sus hijos, sin embargo, los especialistas en educación y pedagogía las consideran de lo más adecuadas. Hay varias razones fáciles de entender y alternativas más educativas y que funcionan mucho mejor a largo plazo para que aprendan buenas conductas .

La primera razón para no decirles esas cosas es que no deja de ser una amenaza y un chantaje por nuestra parte. Esto hace que nuestros hijos se acostumbren a hacer las cosas bien sólo si eso les va a evitar un castigo. Con lo cual, en cuanto pasen las navidades volverán a tener esas mismas conductas. Entonces, ¿qué hacemos?, ¿les amenazamos con no darles otra cosa que quieran? No sólo es el cuento de nunca acabar, sino que no sirve de nada para que aprendan y asimilen que deben portarse, con independencia de si reciben regalos o no.

La segunda razón es que, en realidad, estamos diciéndoles algo que no vamos a cumplir. Y lo sabemos. ¿Cuántos padres han dejado sin regalos de Navidad alguna vez a sus hijos por portarse mal o no hacer los deberes? Ninguno. O quizás haya alguno, no lo podemos saber a ciencia cierta, pero si hay alguno serán realmente pocos. Por lo tanto, nuestros hijos saben, en el fondo, que eso no va a pasar, tanto porque no ha pasado nunca, aunque cumplan la exigencia en el último momento.

Además, con estos mensajes les estamos creando una cierta confusión con la figura de los Reyes Magos y de Papa Noel, sobre todo a los más pequeños. Algunos pueden llegar incluso a sentir un cierto miedo hacia estas figuras si se lo repetimos a menudo, lo que es bastante absurdo, dado que la idea es que tengan un recuerdo estupendo de por vida de todos esos momentos especiales de su infancia.

Además, muchos pedagogos siempre insisten en que, desde el punto de vista educativo, funciona mucho mejor el premio que el castigo. Es decir, si les decimos, “si te portas bien, seguro que los Reyes Magos te van a traer muchas cosas” es más efectivo y más realista que si lo formulamos de la otra manera. Aunque lo ideal es intentar buscar otro tipo de recursos que no tengan que ver con estas figuras imaginarias sino con sus cuestiones de su día a día, como llevarle al cine o al parque al jugar al deporte que le guste contigo.

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Soy redactora en HuffPost España, donde escribo de temas sociales y estilo de vida.

 

Sobre qué temas escribo

Hablo cada semana sobre varios temas en los que nos aporta una nutricionista sus consejos para llevar una vida saludable, sigo los temas de okupaciones en todo el mundo e intento reflejar cómo los problemas y las buenas noticias nos afectan ya de forma global con ejemplos de casos de particulares y poniendo el foco en especial en estudios científicos que demuestren todos los avances que estamos viviendo.

 

Mi trayectoria

Estudié Periodismo en la Universidad Complutense e hice el Máster de Periodismo de la UAM/ELPAÍS, así como el de desarrollo de directivos de PRISA y el IESE. He sido jefa de diversas secciones en EL PAÍS, después, directora de comunicación en diversos organismos, pero, sobre todo, lo que me gusta es escribir. Por eso estoy aquí, para contar historias y buscar temas exclusivos para los lectores. Antes de todo esto, mi especialidad fue durante años la educación. Soy madrileña, de padre catalán y abuelos vascos y de las dos castillas, por lo que me siento de toda España y no entiendo tanta confrontación. Y, sobre todo, me considero muy europea. He recibido el Premio de Periodismo de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, así como el Premio de Periodismo Educativo Esteban Barcia. He escrito un par de libros sobre El papel de los padres en el éxito escolar de los hijos.

 


 

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