La pandemia no lo explica todo: qué hay tras las malas notas del Informe PISA y cómo revertirlas

La pandemia no lo explica todo: qué hay tras las malas notas del Informe PISA y cómo revertirlas

España se desploma en matemáticas y comprensión lectora, al tiempo que la caída global, intensificada por el covid, no tiene precedentes.

Imagen de archivo de una clase en un instituto.Getty Images

Peor en matemáticas, peor en comprensión lectora y levemente mejor en ciencia. Todo ello, además, enmarcado dentro de una tendencia descendente. A grandes rasgos, ese es uno de los principales titulares que deja en España el Informe PISA 2022, que ha evaluado las competencias en estas áreas de alumnos de entre 15 y 16 años, además de ser el primero en el que se plasma el impacto de la pandemia.

En matemáticas, el desplome no tiene precedentes: la caída global en los 81 países analizados ha sido de 15 puntos, cuando nunca había bajado más de cuatro, mientras que en lectura el descenso ha sido de 10. La escasa nota positiva la da la ciencia, cuyo promedio se mantiene estable —en España incluso sube dos puntos—, aunque hace una década que tampoco mejora.

"Cuando he visto los resultados, a mí me han preocupado", asegura Irene Alegría, directora del Máster en Formación del Profesorado de la Universidad Europea de Valencia. "Es cierto que no hemos bajado igual que muchos de los países de la Unión Europea, pero no puede ser, el desplome ha sido brutal, sobre todo en comunidades como Cataluña y País Vasco. Estamos dentro de la media, pero no podemos vivir conformándonos con un cinco", añade.

"Hemos constatado cómo en todos los países del mundo han bajado notablemente los índices", indica Ramón Izquierdo, secretario estatal de acción sindical de ANPE. "España ha sido de los que menos ha bajado, posiblemente por la mayor presencialidad [tras el covid] que hemos tenido que otros países, pero aún así hemos bajado. Estamos ya en la media de la OCDE y la Unión Europea, pero porque han descendido muchos países notablemente", explica.

"Estamos dentro de la media, pero no podemos vivir conformándonos con un cinco"
Irene Alegría, directora del Máster en en Formación del Profesorado de la Universidad Europea de Valencia

"Los resultados de matemáticas desde hace tiempo en España no han sido buenos", apostilla Julio Rodríguez, presidente de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FSPM). "No son catastróficos, se mueven en un entorno de la media de la OCDE y de la Unión Europea. Proporcionalmente bajamos menos, y eso de alguna manera lo tenemos que ver como algo bueno, pero también es cierto que España en matemáticas en el informe anterior había sufrido un bajón, con lo cual es una tendencia que sigue", expone.

Más coordinación para paliar las diferencias entre comunidades

Para el portavoz de ANPE, "las diferencias territoriales tan grandes que ha demostrado este informe" son una de las principales preocupaciones en clave nacional: "Entre comunidades como Castilla y León, Canarias, Andalucía o las propias Ceuta y Melilla hay unas diferencias importantes que, de hecho, llegan a ser de un curso escolar".

Yendo a los datos, los alumnos de Cataluña y País Vasco son los que más han caído, con bajadas en matemáticas de 21 y 17 puntos, respectivamente, y en lectura, de 38 y 31 puntos. Castilla y León ha sido la que mejores resultados ha obtenido en las tres áreas, mientras que Ceuta y Melilla han obtenido los peores datos en todos los ámbitos.

El secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, ha asegurado este martes que el Ministerio no ha analizado el informe desde el punto de vista autonómico, sino que es algo que correspondería hacer a las propias comunidades. Acerca de si la bajada de Cataluña y País Vasco podría estar relacionada con la cuestión lingüística, ha puesto como ejemplo a Galicia, también con lengua propia, donde no ha habido una caída tan acusada.

Izquierdo entiende que es necesario un mayor análisis de qué medidas lleva a cabo cada una, pero apunta algunos factores que pueden explicarlas, como el menor número de alumnos por aula en determinados lugares como Castilla y León, donde "hay mucha zona rural".

"Sí que creemos que el ministerio debería intentar coordinar con las comunidades autónomas sobre todo las medidas de inclusión educativa y de atención a la diversidad, que fueran más homogéneas, y coger las prácticas educativas que estemos viendo que dan buenos resultados contra las que no", opina.

Respecto al número de alumnos por clase, Julio Rodríguez lo tiene "clarísimo" en asignaturas como la suya, matemáticas, y apuesta por una "reducción real de la ratio": "La diferencia en cuanto una clase pasa de 20 alumnos se nota muchísimo. Una ratio rondando los 20 alumnos sería una maravilla".

"Una ratio rondando los 20 alumnos sería una maravilla"
Julio Rodríguez, FESPM

En lo referente a la comprensión lectora, Irene Alegría recuerda que el descenso ya se vio en las pruebas PIRLS de 2021, motivado por el poco acceso a la lectura, "sobre todo en las familias más desfavorecidas" y a que ésta se hacía en dispositivos electrónicos, entre otros factores: "Al final, vivían pegados a sus teléfonos, sean suyos o sean de sus padres. La lectura en una pantalla pequeña no es igual que en un libro, en papel, hay un tema sensorial que interfiere en la parte cerebral del alumnado".

"Si no hay comprensión lectora, no hay comprensión en ciencias, que estamos ahí, ahí, y en matemáticas, Cataluña por ejemplo ha bajado 31 puntos, me parece una barbaridad. 20 puntos corresponden a un curso completo", subraya.

Más allá de la pandemia

La propia OCDE ha calificado este martes de "simplista" atribuir a la pandemia la caída global de los resultados académicos porque, como ha recordado, las evidencias sugieren que la crisis del coronavirus lo que hizo fue intensificar una tendencia negativa que ya se venía arrastrando.

Sobre el covid, ANPE destaca que "el profesorado puso mucho la carne en el asador" y pone en valor la apuesta por la presencialidad, "incluso cuando se permitían solo reuniones de cuatro o seis personas". "Las familias, el alumnado y el propio profesorado apostaron por ello y eso es lo que ha hecho tal vez que el descenso haya sido mucho menor que en otros países de nuestro entorno", incide Izquierdo.

"Desde la LOE de 2006 hasta la LOMLOE de ahora no ha habido un estudiante que haya estudiado toda su etapa educativa con la misma ley"
Ramón Izquierdo, ANPE

De cara al futuro, el secretario de Estado de Educación ha afirmado que los resultados del informe obligan a pensar en los "márgenes de mejora" del sistema educativo y plantearse el cómo se están invirtiendo los recursos o cómo mejorar la profesión docente.

Desde el sindicato ANPE ven "varias políticas interesantes" en las que trabajar. "La primera es tener una norma más o menos estable. De ninguno de los informes PISA podemos sacar datos de que es gracias o no al sistema educativo, porque realmente, desde la LOE de 2006 hasta la LOMLOE de ahora no ha habido un estudiante que haya estudiado toda su etapa educativa con la misma ley", resalta Izquierdo.

"Suspendemos y el cambio de leyes educativas en cada cambio de legislatura afecta mucho", afirma por su parte Irene Alegría. "Yo he pasado por ocho leyes educativas desde que empecé a estudiar. Finlandia tiene la misma ley desde hace 50 años, lógicamente con reformas porque la sociedad es distinta y hay que cambiar, pero una reforma entera de una legislación es que no tiene nada que ver. Se evalúa diferente, se enseña diferente, se piden cosas diferentes...", compara.

En el mismo sentido, el presidente de la FESPM recuerda que "el informe PISA mide muchas cosas, pero hay otras que no mide. ¿Qué influencia tiene en un país que en 30 años haya seis leyes educativas diferentes? Después pensamos que si sube es por una ley, si baja es por otra, y la realidad es que ninguna de las leyes educativas de este país ha tenido tiempo siquiera de que se note".

"Yo estoy en activo, soy profesor de instituto y en mi carrera como docente he tenido seis leyes educativas diferentes. Eso lo único que hace es que, cada cambio que llegue, en lugar de verlo con ilusión o como una posibilidad de mejora, lo único que vemos es ‘otro más’, ‘a ver lo que dura’. Ya empezamos cansados", cuenta.

Una apuesta por el profesorado

El portavoz apuesta además por la reducción de alumnos por aula, pero también por la "carrera profesional del profesorado que falta en España": "Es algo que la LOMLOE incluye, pero que no se ha llegado a desarrollar y tal vez el sistema de carrera profesional, de incentivación, de formación inicial, formación permanente, pueda ayudar a mejorar esos resultados".

"Sería algo que nos daría un salto de calidad como el de otros países de nuestro entorno. Portugal ha sacado unos resultados similares a los de España y hace unos años estaba muy por debajo. Ha ido mejorando por esa apuesta por el profesorado y la carrera profesional", agrega Izquierdo.

"Parece que el formarse o no depende más de la voluntariedad de cada uno que de una voluntad clara de la administración"
Julio Rodríguez, FESPM

Julio Rodríguez desearía "que se haga un programa de formación del profesorado serio, que no se hace desde que se implantó la LOGSE": "Estoy a punto de jubilarme y en aquel momento estaba empezando como profesor. Se hacen pequeños cursitos, pero no hay un programa de formación continuado planificado, real y que llegue a todo el mundo, con unos objetivos, con un diseño claro... Lo echo muchísimo de menos, a mí me sirvió mucho cuando empezaba". 

"Desde ese momento parece que el formarse o no depende más de la voluntariedad de cada uno, de ir buscando como pueda cómo formarse, que de una voluntad clara de la administración", sentencia.

El móvil como elemento distractor

El informe PISA ha arrojado también una conclusión demoledora acerca de la distracción que pueden suponer para los alumnos los móviles y otros dispositivos: en el caso de las matemáticas, supone el equivalente a perder de tres cuartas partes de un curso. Este dato ve la luz, además, en un contexto en el que algunos padres están reclamando la prohibición de los móviles hasta los 16 años.

"Es un debate importante que está ahora encima de la mesa. Nosotros creemos que ni una prohibición ni una no prohibición, la clave es enseñar a usar el móvil a los alumnos como una herramienta más", defiende Izquierdo. Recuerda que, sobre todo en los cursos superiores, pueden ser utilizados "para buscar información, hacer un Cahoot...": "Es una herramienta con la que hay que convivir y que existe, no podemos obviarla".

"Tenemos que darle un buen uso a las nuevas tecnologías, es un recurso más y tenemos que enseñarles a que desarrollen la competencia digital de una manera correcta"
Irene Alegría, directora del Máster en en Formación del Profesorado de la Universidad Europea de Valencia

Coincide con él la directora del Máster en Formación al Profesorado, que resalta que los móviles impactan "ya no sólo a nivel curricular, sino de autoestima, de autoconcepto y de ese trabajo de frustración, que en esas edades están forjando su personalidad". "¿Se tiene que prohibir? Yo no soy de superprohibición, tenemos que darle un buen uso a las nuevas tecnologías, es un recurso más y tenemos que enseñarles a que desarrollen la competencia digital de una manera correcta. Si no es así, la prohibición en horario escolar, me parecería bien", responde.

Julio Rodríguez, que deja claro que es su opinión personal y no la de su Federación, asegura que no es antimóviles: "Creo que han llegado para quedarse y que pretender prohibirlos o eliminarlos del aula, a lo mejor alguien es capaz de ganar esa batalla, pero la guerra en ese sentido está perdida. Lo que hace falta es mucha educación, no se le puede dar un móvil a un alumno sin más y pretender que no se distraiga. Claro que es un elemento distractor, pero a lo mejor si estuviese integrado de alguna manera, si en algún momento se pudiera usar..."

Como reflexiona sobre estos dispositivos, pero extrapolándolo al resto de la educación "los cambios son lentos y, en general, nos falta paciencia. Todos queremos tomar una decisión hoy y que se note mañana y no funciona así, las decisiones que se tomen hoy, a lo mejor se notan dentro de diez años".

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