No te preocupes: aunque muchos alimentos cotidianos contienen radiación, es totalmente seguro ingerirlos, siempre y cuando no te pases con la dosis diaria en algunos casos.
Tanto las ganas de convertirlo todo en dinero como la hipocresía de aquellos que creen en una igualdad racial brasileña (que, si es total en el aparato biológico, es inexistente en nuestra vida social) quieren convertir el gesto del atleta en un arma más de opresión. No lo consintamos.