Cómo se llegó a la nueva ley de amnistía: todo se precipitó tras el informe de la Comisión de Venecia

Cómo se llegó a la nueva ley de amnistía: todo se precipitó tras el informe de la Comisión de Venecia

Fuentes conocedoras de la negociación aseguran a El HuffPost que la resolución del órgano europeo fue clave para desencallar la nueva ley de amnistía.

Votación en la Comisión de Justicia en el Congreso.EFE / Fernando Alvarado

En apenas un mes la satisfacción ha cambiado de bando. Si el 8 de febrero el PP celebraba haber podido trasladar a la Comisión de Venecia la ley de amnistía, hoy son otros quienes festejan, convencidos de que fue precisamente el informe preliminar del organismo europeo lo que ha desencadenado el éxito de la segunda propuesta acordada entre PSOE, Junts y ERC.

Tanto es el regocijo que incluso el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha querido agradecer “de corazón” al Partido Popular y al Senado “por pedir este informe”. De no existir la resolución del órgano consultivo del Consejo de Europa, el PSOE podría no haber accedido a incluir las modificaciones propuestas por Junts, sobre todo las relativas a los delitos de terrorismo.

El nuevo texto, de hecho, fundamenta su constitucionalidad en base a la Comisión, tal y como refleja uno de los nuevos párrafos incluidos en el preámbulo de la nueva norma: “De acuerdo con las directrices de la Comisión de Venecia, se ha establecido una definición precisa y detallada para los actos susceptibles de ser amnistiados, con el fin de garantizar la seguridad jurídica y la igualdad ante la ley”.

Cinco días de vértigo

El jueves 29 de febrero el Tribunal Supremo anunció la apertura de una causa penal por terrorismo contra Carles Puigdemont, Ruben Wagensberg y Tsunami Democràtic; un día después, el viernes 1 de marzo, se conocieron las conclusiones preliminares de la Comisión de Venecia; y el lunes siguiente, 11 de marzo, se convocó la Comisión de Justicia del Congreso que este jueves ha aprobado el nuevo dictamen de la ley de amnistía. Cinco días en los que se precipitaron las negociaciones que culminaron el miércoles poco después de las 19.00 horas.

Fuentes conocedoras de las negociaciones confirman a El HuffPost que, si bien las comunicaciones entre PSOE y Junts “no se rompieron nunca”, tampoco después del voto en contra de los segundos a finales de enero, “el principal desencadenante fue el informe preliminar”. Según aclaran las mismas fuentes, la resolución europea “no solo ayudó a entender los retoques que debían introducirse en la ley, sino que dio los argumentos que necesitaban” quienes más recelo sentían ante la fórmula que debía reflejar la exclusión de los delitos de terrorismo.

Pese a haber sufrido un infarto unos días antes, el secretario general de Junts, Jordi Turull, aseguran fuentes de su formación, nunca se ausentó de las negociaciones, unos diálogos que esta vez se produjeron únicamente de manera telemática a través de llamadas y mensajes mediante una aplicación cifrada.

Poco después de conocerse el informe, Turull llamó por teléfono a su homóloga en ERC, Marta Rovira, para que encauzaran el documento final de la ley. Según ha afirmado el propio Turull en una entrevista en Rac1 este jueves, el PSOE les dijo que aceptarían lo que acordasen con ERC.

Fuentes de ERC, sin embargo, matizan lo revelado por Turull. “En Junts, tras votar en contra en el Congreso, comenzaron a buscar la manera de lograr revertir lo que habían hecho y, cuando hablaron con el PSOE después de conocer el informe de Venecia, se les dijo que ellos no podían aceptar ningún cambio si ERC no estaba de acuerdo”, apuntan.

La negociación entre Junts y ERC

El secretario general de Junts propuso a Rovira que los equipos jurídicos de ambas formaciones canalizaran la negociación, algo que ERC aceptó. A partir de ese momento, Gonzalo Boyé por parte de Junts y Marta Vilaret por parte de ERC discutieron la nueva redacción.

Para apoyar la amnistía, los primeros querían, entre otras cosas, que los delitos de terrorismo se amparasen en la Directiva europea y no en el Código Penal español. Los segundos, que creían que la ley ya era “sólida”, accedieron: “La ley perfecta no existe, y aunque las modificaciones son puramente estéticas, lo que creemos es que siempre es mejor que exista una ley de amnistía a que no exista”. 

Boye, no obstante, sostiene que con esta nueva ley “se cubren todos los agujeros que quedaban”. En declaraciones a la Cadena SER, el abogado de Puigdemont ha defendido que “ERC y PSOE han entendido la necesidad de cubrir estas carencias”.

Pese a la batalla por el relato, tanto PSOE, Junts como ERC muestran satisfacción por haber logrado sacar adelante una ley de amnistía que podría estar aprobada de manera definitiva a finales de mayo o principios de junio.