Matrimonio de conveniencia: Ayuso ha necesitado a Vox para sacar adelante todas sus leyes

Matrimonio de conveniencia: Ayuso ha necesitado a Vox para sacar adelante todas sus leyes

La presidenta madrileña ha decidido romper con su socio preferente de gobierno, aunque todas las normas aprobadas han sido gracias a sus votos 

Isabel Díaz Ayuso y Rocío MonasterioRicardo Rubio Europa Press

Isabel Díaz Ayuso ha decidido divorciarse de Vox. La presidenta de la Comunidad ha escenificado este jueves en la Asamblea de Madrid la ruptura política con su socio preferente, después de verse privada de los Presupuestos para 2023 y de no contar con el apoyo de Rocío Monasterio para la ley de deducciones fiscales a extranjeros que se votaba hoy. En la última sesión de control antes de las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo, Ayuso le ha dicho a Vox que es mejor "que cada uno siga su camino" tras "la deriva" que ha tomado - según ella - dicha formación. "A mí no me van a arrastrar con ustedes", ha remarcado.

Con un tono muy duro, Ayuso ha sostenido que es para ella es "muy difícil, prácticamente imposible", entenderse con Vox y que sus socios siempre pierden la razón "con sus formas y con su pretendida superioridad moral" ante un partido "que les ha enseñado todo". "Sólo se han dedicado a esperar sentados a que el PP en alguna se equivocara o se quedara corto para ser 'Y nosotros más'. No han aportado nada hasta este momento pero, cuando han decidido que el enemigo soy yo, ahora les digo: cada uno mejor por su cuenta", ha dicho.

De esta manera, Ayuso ha decidido marcar distancias con el partido que ha sido esencial para sacar adelante sus algo más de veinte leyes aprobadas en esta legislatura. Así se lo ha recordado la propia Rocío Monasterio en su intervención de este jueves: "Hemos aprobado veinte leyes que ustedes han traído a esta Cámara. Pero, por contra, ustedes se han unido a la izquierda para votar en contra de las 34 iniciativas que hemos presentado. Nosotros, en cambio, sólo hemos dejado de respaldar siete", le ha afeado la líder de Vox en Madrid.

Los datos de Monasterio son ciertos. Según la información recogida en la web de la Asamblea de Madrid, Ayuso logró aprobar dos leyes en la Asamblea durante la XI Legislatura (2019 - 2021) y unas veinte en esta segunda (2021 - 2023), contando con la Ley de Patrimonio, la de Archivos y Documentos de la Comunidad de Madrid y la del libro, la lectura y el patrimonio bibliográfico aprobadas in extremis y de una tacada la semana pasada. En todas ellas, Vox ha votado a favor o se ha abstenido, propiciando que vieran la luz verde. 

Deterioro de la relación

Pero en los últimos meses, Vox ha tomado una posición más beligerante con Ayuso después de servir en bandeja de plata su "sí" para su investidura tras las elecciones celebradas el pasado mayo de 2021. El deterioro de la relación se fue haciendo cada vez más evidente a lo largo de estos últimos meses, pero fue la negativa de Vox a respaldar los Presupuestos de 2023 lo que hizo saltar todo por los aires. 

Ayuso se tomó esta decisión como una afrenta al verse chantajeada por Vox: o aceptaba sus enmiendas presentadas fuera de plazo o no habría cuentas. "No voy a intercambiar derechos y obligaciones y las leyes contraen derechos y obligaciones que afectan a todos los ciudadanos por presupuestos, esto es una práctica cada vez más frecuente en la política española y a mí eso me parece una irresponsabilidad", declaraba en diciembre la presidenta de la Comunidad de Madrid. En Sol consideraron que Vox nunca quiso alcanzar un acuerdo y que todo obedecía a un plan de desgaste antes de los comicios, al poner también como ejemplo la falta de apoyo de Vox a los presupuestos de Almeida en la capital. 

Desde aquel envite, la relación entre Ayuso y Monasterio ha sido casi inexistente y el cisma entre ambas formaciones ha seguido siendo evidente. En un gesto de proximidad, Ayuso votó hace escasas semanas a favor de la propuesta de Vox para iniciar los trámites de derogación de la actual ley trans, aunque no podrá ser efectiva hasta la próxima legislatura por la falta de plazos. Pero, a su vez, la presidenta madrileña no ha dudado en criticar estas últimas semanas a sus teóricos socios, al asegurar que no dejaban de ponerle "la zancadilla" o que estaban "al borde de convocar la próxima manifestación de la izquierda". Incluso, Ayuso se adelantó a Feijóo para poner en cuestión la moción de censura y criticar al candidato Ramón Tamames recordando sus polémicas palabras sobre las personas con síndrome de Down que le costaron su silla en una tertulia televisiva. De hecho, Ayuso felicitó este miércoles con ironía a los de Abascal por "sacar a hombros" al presidente del Gobierno por dicha iniciativa. 

Panorama similar para la próxima legislatura

A pesar de escenificar esta ruptura política, las encuestas aseguran que PP y Vox estarán condenados a entenderse en la próxima legislatura. Las últimas encuestas publicadas en diferentes medios auguran que Ayuso volverá a quedarse cerca de la mayoría absoluta mientras que Vox mantendría una similar representación actual. Este escenario obligaría de nuevo a Ayuso a contar, al menos, con la abstención de los de Monasterio para ser investida presidenta y para aprobar de nuevo cualquier ley o unos nuevos Presupuestos durante la siguiente legislatura. Eso, sin contar con una posible presión de Vox para hacerse con alguna consejería en el caso de que Ayuso no alcance dicha mayoría. 

Sobre esta hipotética negociación el día siguiente de las elecciones del 28 de mayo, Monasterio se ha mostrado este jueves cauta y ha afirmado que "habrá que esperar" a ver qué fuerza les dan los madrileños en las urnas. Parece evidente que el matrimonio de conveniencia que forman PP y Vox en Madrid está roto, pero también que estarán obligados a la reconciliación una vez se celebren los comicios. La campaña electoral, eso sí, será a cara de perro en la derecha madrileña.